Dos audios acreditan los turbios negocios millonarios con el Tren Maya del tercer hijo del presidente de México

El diario mexicano Latinus señala que el vástago realiza su lucrativo tráfico de influencias a través de la Secretaría de Defensa Nacional y de los consorcios encargados de construir el ferrocarril

Gonzalo López Beltrán, tercer hijo del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, ha sido señalado por Amílcar Olán, su íntimo amigo, como el arquitecto de una red de negocios y tráfico de influencias que controla una suma colosal de dinero vinculado a la construcción del Tren Maya en México.

A través de una serie de audios obtenidos por Latinus, Amílcar detalla cómo Gonzalo López Beltrán emite órdenes, supervisa secciones del Tren Maya y opera el millonario negocio del balasto, la piedra triturada ubicada debajo de las vías del tren.

“En seis meses me metí 250 millones de utilidad”; “Yo no lo suelto, porque el negocio es el flete, obviamente”; “Bobby [Gonzalo] es el que me metió en este desmadre…”. Estas son algunas de las declaraciones de Olán en los audios a los que tuvo acceso el periodista Mario Gutiérrez Vega.

El escándalo vincula directamente al tercer hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador con prácticas cuestionables en la construcción de una de las obras más emblemáticas de México.

Según Olán Amílcar, en apenas seis meses logró un patrimonio de 250 millones de pesos mexicanos mediante la venta de balasto.

500.000 metros cúbicos de balasto

Latinus señala que este negocio lucrativo se lleva a cabo a través de la Secretaría de la Defensa Nacional y los grandes consorcios encargados de construir tramos del Tren Maya.

Amílcar vende el balasto a estos consorcios, y la verdadera ganancia radica en el transporte del material. “[Gonzalo] Bobby me dijo: ‘Tú produce 500 mil metros cúbicos, yo te diré dónde los enviarás'”, revela Amílcar Olán en otro de los audios.

El reportaje televisivo informa de que Amílcar Olán recibió 193 millones de pesos por la entrega de 500 mil metros cúbicos de balasto, lo que revela que la ganancia principal se encuentra en el transporte del material.

El periodista Carlos Lloret asegura que Gonzalo López Beltrán, apodado “Bobby”, fue el “coyote del tren Maya”. Encargado de distribuir contratos ejerciendo influencia en la asignación de proyectos.

Señala que los audios son una “confesión de corrupción y tráfico de influencias”, que destacan el respaldo que el hijo del presidente recibe para llevar a cabo estas operaciones.

La investigación acredita la estrecha relación entre Amílcar Olán y Gonzalo López Beltrán. Y precisa cómo el tercero de los hijos del presidente mexicano autoriza y supervisa aspectos cruciales del proyecto ferroviario citado.

Este escándalo podría tener implicaciones significativas en la esfera política y empresarial del país con vistas a las próximas elecciones generales del próximo mes de junio.