Dinamarca anunció que los menores de 15 años no podrán usar redes sociales. La medida fue presentada por la primera ministra, Mette Frederiksen, durante la apertura del Parlamento. La líder destacó que “el teléfono móvil y las redes sociales roban la infancia de nuestros hijos”.
El proyecto de ley aún no tiene fecha exacta de presentación. Según lo indicado, algunos jóvenes podrán acceder a redes a partir de los 13 años, pero solo con autorización de sus padres. Frederiksen señaló que el 60 % de los adolescentes entre 11 y 19 años prefieren quedarse en casa antes que salir a jugar o ver a sus amigos.
El gobierno danés no ha explicado cómo se controlará la prohibición. Sin embargo, la iniciativa refleja la preocupación creciente por los efectos negativos de las redes en los menores. Estudios recientes muestran que el uso intensivo de plataformas digitales está asociado con ansiedad, depresión y problemas de autoestima. La sobreexposición a contenidos negativos, comparaciones sociales y ciberacoso afecta directamente la salud mental de los adolescentes.
La Organización Mundial de la Salud también alertó sobre los riesgos del uso excesivo de pantallas en niños menores de 14 años. Según la OMS, puede afectar el sueño, la concentración y la capacidad de aprendizaje. Además, los algoritmos de las redes fomentan la adicción digital, reteniendo a los jóvenes frente a las pantallas durante horas, según ha publicado Excelsior.
Dinamarca no es el único país que regula el acceso de los menores a redes sociales. Australia aprobó en 2024 una ley que prohíbe plataformas como TikTok, X, Facebook e Instagram a menores de 16 años. En Europa, Grecia propuso establecer una edad mínima digital en toda la Unión Europea. Según esta propuesta, los niños no podrían acceder a redes sociales sin el consentimiento de sus padres.
Investigaciones recientes apoyan estas medidas. Un estudio de la Universidad de Oxford en 2023 analizó a más de 72 mil adolescentes europeos. Los resultados muestran que la dependencia de los “likes” y la reducción del contacto cara a cara afectan la autoestima, la empatía y fomentan conductas de aislamiento. Los expertos recomiendan políticas públicas que promuevan un uso responsable de la tecnología desde la educación primaria.
Dinamarca busca con esta medida que los niños recuperen la vida fuera de las pantallas. La intención es fomentar el juego, la interacción social y la exploración del mundo real. Aunque el control práctico de la prohibición aún es incierto, la decisión marca un precedente en la protección de la infancia frente a la era digital.