La pregunta que nos hacemos muchos es qué habría pasado en cualquier otro país europeo serio, o país del mundo serio, si hubiesen estado y estuvieran en una situación tan irregular como la que tiene el presidente y líder socialista español Pedro Sánchez.
El ingreso en prisión de sus dos ‘manos derechas’ y hombres de confianza por corrupción, Santos Cerdán y Ábalos; el cerco judicial a su esposa Begoña y al hermano David; las dudas abiertas a si ha habido financiación ilegal del partido; quedarse con un gobierno en minoría en el Congreso incapaz de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado; perder la confianza de la sociedad a juzgar por las encuestas y quedar en evidencia por haber llegado al poder con mentiras y mantenerse en él gracias a pactos sospechosos con los partidos independentistas, no bastan al parecer para que un Gobierno decida poner las cosas en manos de los ciudadanos mediante elecciones anticipadas.
No bastan para el sanchismo en España y la pregunta es si en algún otro lugar que no sea una república bananera se habría llegado a tanto o a una décima parte para sentir vergüenza y entregarse a las urnas, que es el hermoso ejercicio de la democracia. Pero eso, claro, en cualquier país serio porque éste hace tiempo que dejó de serlo.

La entrada en prisión del exministro de Transportes José Luis Ábalos, y de quien fuese su asesor, Koldo García, por corrupción, debía ser la gota que colmase el vaso, pero todo parece indicar que el vaso de Pedro Sánchez es un océano infinito en el que todo cabe y todo vale. Este jueves ha sido un ‘día horribilis’ para el dirigente socialista porque el diputado Ábalos se aloja ya en Soto del Real con pijama de rayas, y este jueves la mayoría absoluta del Congreso formada por los votos del PP, Vox y Junts ha rechazado los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para el conjunto de las administraciones entre 2026 y 2028, que es el paso preliminar a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado de 2026.
Pero es que ha sido también ‘horribilis’ la semana, el mes y el año porque antes ya entró en prisión otro de los suyos, Santos Cerdán, y ha sido condenado por primera vez en la democracia un fiscal general, ‘su’ fiscal general García Ortiz por revelar secretos fiscales del novio de la presidenta Ayuso con la clara intención de perjudicar a una poderosa rival política.
Y tiene a su familia imputada. Y se hacen grandes las sospechas o certezas de que se reunió a escondidas con el terrorista Otegi en un caserío vasco para negociar su investidura con el apoyo de Bildu. Y se hacen grandes las dudas de si hubo financiación irregular del PSOE con dinero de dudosa procedencia con el que se hacían pagos en metálico en la sede del partido.
Es un no parar y uno se queda sin aliento con este relato porque pocas veces un presidente ha hecho tanto a cualquier precio por agarrarse al poder, aunque haya sido vendiendo el alma de la sociedad española y poniendo la dignidad del país a los pies de sus enemigos.
Si volvemos a la pregunta del principio, pongo la mano en el fuego para responder que no, que ningún país serio habría permitido lo que sucede en España con el sanchismo, ni se habría defendido dando leches a jueces, periodistas y partidos a los que señala como enemigos de la causa si no comparten parecer y doctrina. Han ocurrido casos de países en los que han dimitido ministros por copiar textos o cometer errores de muchísima menor trascendencia que aprobar una ley que saca de la cárcel a maltratadores. Han ocurrido casos en los que se han convocado elecciones porque un ejercicio no podían aprobar los Presupuestos (aquí vamos por la quinta prórroga de las cuentas) y el bloqueo político impedía la gobernabilidad…
Y esto no se trata de que sea España porque sea un país diferente, se trata de que gobierna un autócrata que ha implantado el sanchismo como método y razón y que cuando las cosas se hacen insoportables ha aprendido la política del avestruz, con la cabeza bajo tierra para no ver ni oír el clamor de la realidad. O para correr de ella, como hizo en Paiporta.