El destino vuelve a escribir con sangre. Este viernes 16 de mayo se estrenó Destino final: Lazos de sangre, la sexta entrega de una de las sagas de terror más reconocibles del siglo XXI. Dirigida por Zach Lipovsky y Adam B. Stein, conocidos por Freaks, la nueva película actualiza el universo creado en el año 2000 con un giro inesperado: la historia gira ahora en torno a una familia, lo que cambia las reglas del juego, según una información publicada en Europa Press.
“La muerte sigue ahí, pero esta vez se cuela en dinámicas familiares, en traumas compartidos, en la culpa heredada”, explican los directores. Esta nueva perspectiva, ideada por Jon Watts (Spider-Man: Homecoming), permite que la temida escena de la premonición inicial viaje al pasado, marcando una ruptura con la estructura clásica de la saga.
Kaitlyn Santa Juana, protagonista del filme, destaca que “el verdadero miedo está en lo cotidiano. Todo lo que temes está en tu casa, en tu rutina, en lo que das por hecho”. A su lado, Rya Kihlstedt refuerza esa idea: “No necesitas un monstruo cuando sabes que una tabla suelta o una tostadora encendida pueden matarte”.
En el reparto también figuran Richard Harmon, Owen Joyner, Teo Briones, Anna Lore y Brec Bassinger. Pero el rostro que conecta esta entrega con las anteriores es Tony Todd, quien vuelve a su mítico papel por última vez.
“El día que rodamos su despedida, le pedimos que dejara el guion y hablara desde el alma. Lo que dice en pantalla no es solo el personaje, es él, es su legado”, cuenta Stein emocionado.
Destino final: Lazos de sangre no solo pone al día una saga que parecía dormida, también propone un nuevo punto de partida. Mismo destino, nuevas víctimas… y un juego macabro que vuelve a empezar.