El entramado criminal estaba compuesto por dos organizaciones que, aunque operaban de manera independiente, ocasionalmente colaboraban según sus intereses
Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con EUROPOL, han desmantelado dos organizaciones criminales y detenido a 69 personas, de las cuales 35 eran miembros activos de las organizaciones desmanteladas.
Estas redes contaban con una sofisticada infraestructura que permitió la regularización fraudulenta de más de 1.000 ciudadanos, obteniendo beneficios ilícitos estimados en unos 5.000.000 de euros. Para lograr estos objetivos, se apoyaban en gestorías y despachos de abogados que facilitaban la obtención indebida de tarjetas de residencia, cobrando entre 500 y 1.000 euros por cada extranjero.
Las organizaciones criminales, operando en Toledo, Madrid y Guadalajara, extendían sus actividades a otras ciudades de España. Su modus operandi incluía la creación de contratos laborales ficticios y el empadronamiento fraudulento de extranjeros en domicilios donde nunca residieron.
La colaboración con gestorías y despachos de abogados era crucial, ya que estos facilitaban la documentación necesaria para conseguir tarjetas de residencia de manera indebida, recibiendo entre 500 y 1.000 euros por cada persona asistida.
El entramado criminal estaba compuesto por dos organizaciones que, aunque operaban de manera independiente, ocasionalmente colaboraban según sus intereses. Los líderes de la red establecían contactos con los clientes y fijaban las tarifas.
Una amplia red de colaboradores proporcionaba la infraestructura necesaria, gestionando documentos falsos y asesorando a los extranjeros en entrevistas para la solicitud de arraigo. Además, organizaban matrimonios de conveniencia para facilitar la obtención de residencias o nacionalidades, cobrando entre 3.000 y 20.000 euros por persona, dependiendo del método utilizado.
La investigación reveló la utilización de certificados de empadronamiento falsos en expedientes de extranjería, permitiendo la regularización fraudulenta de más de 1.000 ciudadanos chinos. La operación, dividida en dos fases, culminó con la detención de 35 personas en la primera fase en Toledo, Madrid, Guadalajara y Palencia por delitos de pertenencia a organización criminal, favorecimiento de la inmigración ilegal y falsedad documental.
La segunda fase resultó en 34 detenidos en diversas ciudades como Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia, Alicante, Tarragona, Sevilla, Córdoba, San Sebastián, Coruña, Logroño y Toledo por falsedad documental.
Durante las diligencias de entrada y registro realizadas en Toledo, Madrid y Guadalajara, se incautaron siete vehículos de alta gama, 80.000 euros en efectivo, ocho teléfonos móviles y diversa documentación relevante para la investigación.
La colaboración entre la Policía Nacional y EUROPOL ha sido clave para el éxito de esta operación, que ha conseguido desmantelar un entramado criminal altamente organizado y lucrativo, poniendo fin a sus actividades fraudulentas y deteniendo a sus principales responsables.