La Guardia Civil de Ciudad Real, en el marco de la operación “COCRIS”, ha desarticulado una organización criminal dedicada a la adquisición ilícita de vehículos de marcas premium y alta gama. Los implicados los compraban de forma fraudulenta y posteriormente los exportaban para su venta en países de la Unión Europea.
Se les atribuyen delitos de usurpación de estado civil, estafa, receptación, falsificación documental y pertenencia a organización criminal. El beneficio económico obtenido superaba los 250.000 euros.
La investigación comenzó a finales de noviembre de 2022, tras un delito leve de estafa por el impago de un repostaje de combustible en una gasolinera de Puerto Lápice. Las indagaciones sobre el vehículo implicado permitieron descubrir la existencia de una trama delictiva.
El coche había sido adquirido en un concesionario de Sevilla mediante un crédito fraudulento. Para ello, los autores usurparon la identidad de una persona, falsificaron su documentación privada como nóminas, vida laboral y otros registros, y dejaron a la víctima como titular del préstamo.
Asimismo, los investigadores comprobaron que no se trataba de un caso aislado. Existían numerosas víctimas en todo el territorio nacional e incluso conexiones internacionales.
No obstante, la operación se llevó a cabo en tres fases. La primera fase toma lugar en septiembre de 2023, cuando se investigó a tres miembros de la organización. Se recuperó un vehículo de alta gama denunciado como sustraído en Italia, valorado en más de 25.000 euros. El turismo fue intervenido en Tomelloso y entregado a sus legítimos propietarios.
Más tarde, en febrero de 2025, se lleva a cabo la segunda fase. Aquí los agentes identificaron e investigaron a nuevos integrantes de la trama. Su papel fue clave en la obtención de documentación falsificada relacionada con los vehículos. Se les imputaron varios delitos por falsedad documental.
Y la tercera fase, en verano de 2025, se descubrió la estructura empresarial que usaba la organización para exportar los vehículos al extranjero, re-matricularlos y venderlos a terceros. La sede principal estaba en Valencia y mantenía vínculos con concesionarios en Francia. Se logró identificar, localizar y detener a los principales integrantes.
Durante la investigación se contó con el apoyo de organismos europeos e internacionales como INTERPOL, la Oficina SIRENE para el intercambio de información en el Espacio Schengen, los CCPA (Centros de Cooperación Policial y Aduanera), la Gendarmería francesa, los Carabinieri y empresas privadas de recuperación internacional de vehículos.
Se ha localizado la mayoría de los vehículos implicados en la trama. Varios de ellos se encontraban en el extranjero: seis en Francia y uno en Bélgica. Y las autoridades de esos países ya han sido informadas para su incautación y depósito legal.
El balance de la operación es la detención de dos personas y la investigación de otras cinco como presuntos autores de los delitos de usurpación de estado civil, estafa, falsificación documental, receptación y pertenencia a organización criminal.