Gerardo Diego consideró el ciprés de Silos como el mejor ejemplo de delirios verticales. Sin embargo, en Veraluz está muy preocupados por los otros delirios que pueden ser verticales, horizontales o profundos, según desarrollos intelectuales en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Destaco lo que es motivo de enfrentamiento en las tertulias del pueblo ante el consenso internacional que el Gobierno de la Nación propone para que se reconozca el catalán como lengua cooficial de la Unión Europea donde, a duras penas, es bisiesta la vida.
Ahonda el ministro en más delirios amenazando a los Comunitarios con la retirada de nuestros ejércitos que, en magisterio de paz, regalan al mundo rectitud y adiestramiento.
Más. Más delirios todavía que en Veraluz se discuten y sufren al ver que el Gobierno se ausenta en pleno del sentido común, del ordenamiento jurídico y de la verdad indispensable que la convivencia precisa para ser ella misma y respirar libremente sin que nadie le rebaje los niveles del aire.
Al Gobierno de España se le han ido de las manos los delirios.
Pedro Villarejo