Dayle Haddon, supermodelo y actriz icónica de las décadas de 1970 y 1980, fue hallada sin vida en una casa familiar en Pensilvania el pasado 27 de diciembre. Según informes preliminares, la causa de su muerte habría sido una intoxicación por monóxido de carbono, presuntamente originada por una caldera defectuosa. Los servicios de emergencia encontraron altos niveles del gas letal en el lugar, lo que también afectó a varios rescatistas que debieron ser trasladados al hospital.
Conocida como una de las caras más influyentes del mundo de la moda, Haddon protagonizó portadas de revistas como Vogue y Sports Illustrated y figuró en la lista de las diez mujeres más bellas del mundo de Harper’s Bazaar. Además, brilló como actriz en la gran pantalla, consolidando una carrera artística multifacética. Su fallecimiento ha dejado consternado al sector de la moda y el espectáculo, con homenajes de figuras como Cindy Crawford y Christy Turlington.
Ryan Haddon, periodista e hija de la modelo, compartió un emotivo mensaje en redes sociales, destacando la fuerza, bondad y creatividad de su madre: “La luz brillante de Dayle se ha apagado en este reino terrenal. Está brillando en algún lugar tan radiante como siempre.” Dayle Haddon era conocida no solo por su belleza, sino también por su espíritu generoso y apasionado, según Vanitatis.
La tragedia de su fallecimiento subraya los peligros del monóxido de carbono, un gas invisible y letal conocido como “asesino silencioso”. El caso ha despertado atención sobre la importancia de mantener en buen estado los sistemas de calefacción domésticos, para prevenir situaciones similares en el futuro. Dayle Haddon será recordada como un ícono eterno de la moda y un ejemplo de gracia y talento.