Un ataque masivo con cientos de drones y misiles golpeó Ucrania durante la noche, dejando al menos cuatro muertos, entre ellos una niña de 12 años, y más de 70 heridos en todo el país, según las autoridades. La ofensiva duró unas 12 horas y afectó a ciudades como Kiev, Zaporiyia, Jmelnitski, Sumi, Nikolaev, Chernihiv y Odesa.
El presidente Volodímir Zelenski denunció que casi 500 drones y más de 40 misiles fueron lanzados contra el país. “Rusia quiere seguir luchando y matando y no merece más que la presión más severa por parte de todo el mundo”, dijo.
La población vivió momentos de miedo extremo. Mark Serguéiev, residente de Kiev, relató cómo un misil impactó su apartamento: “Todavía no puedo creer que los niños estén vivos. El techo fue arrancado justo encima de la cama de mi hijo mayor”. Anna, de 26 años, contó que escuchó un cohete volar durante mucho tiempo y luego una explosión que rompió las ventanas de su hogar.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques iban dirigidos a “empresas del complejo militar-industrial ucraniano”, aunque Zelenski sostuvo que la mayoría de los daños se produjeron en zonas civiles y algunas infraestructuras energéticas. El ministro del Interior, Igor Klymenko, informó que más de 70 personas resultaron heridas en 11 regiones del país, según ha publicado Excelsior.
La ofensiva no pasó desapercibida fuera de Ucrania. Polonia movilizó de forma preventiva su aviación para proteger su espacio aéreo, especialmente en las zonas fronterizas. La OTAN también anunció un refuerzo de su vigilancia y de sus medios en la región báltica.
Zelenski mencionó que sus servicios de inteligencia detectaron que Rusia estaría utilizando cargueros para lanzar y pilotar drones. En las últimas semanas, varios países europeos acusaron a Moscú de violar su espacio aéreo. El Kremlin ha negado cualquier intención de atacar a miembros de la OTAN.
El ataque refleja un aumento de la presión militar sobre Ucrania y un riesgo creciente para la población civil. Mientras tanto, los residentes intentan sobrevivir y protegerse en medio del ruido de sirenas y explosiones. Las autoridades ucranianas pidieron calma y reforzaron las medidas de seguridad, mientras la comunidad internacional sigue observando de cerca la evolución de la crisis.