Uno de los síntomas más comunes en la vida diaria es la tos. En la mayoría de los casos funciona como un mecanismo de defensa que ayuda a limpiar las vías respiratorias. Sin embargo, cuando deja de ser pasajera y se prolonga durante semanas, puede advertir que algo no está bien. Reconocer ese momento es fundamental para evitar complicaciones y atender problemas que podrían ser más serios de lo que parecen.
Existe la tos persistente es aquella que dura más de tres semanas. Puede ser seca o acompañarse de flema. A veces empeora por las noches o aparece después de una infección respiratoria. Aunque parezca un síntoma menor, no debe normalizarse. Sus causas son variadas, como infecciones no resueltas, alergias, asma, reflujo gastroesofágico, efectos secundarios de ciertos medicamentos, tabaquismo y otros factores ambientales.
Según explica la doctora Yeusvi Flores en una información recogida por Diario de Yucatán, también hay señales que indican cuándo no conviene esperar para acudir a un médico. Entre ellas la flema con sangre, pérdida de peso inexplicable, fiebre persistente por más de tres días, dificultad para respirar, opresión en el pecho o silbidos, tos que interrumpe el sueño cada noche, ronquera o cambios en la voz por más de dos semanas, y tos que aparece tras un viaje o después de una cirugía. Aunque estos signos no siempre implican gravedad, sí justifican una revisión profesional.
Hay medidas sencillas que pueden aliviar la molestia. Mantener una buena hidratación reduce la irritación de la garganta. Evitar el humo de cigarro y otros irritantes ayuda a disminuir la inflamación. Mantener los espacios ventilados y limpios contribuye a mejorar el ambiente respiratorio. Es importante no automedicarse con antibióticos. Si se usan descongestionantes o jarabes, debe ser solo por unos días y preferentemente bajo consejo médico.
Si, pese a estas medidas, la tos no mejora, es momento de solicitar una valoración profesional. La tos persistente no debe asumirse como algo normal. Si dura más de tres semanas o se acompaña de señales de alarma, lo adecuado es acudir a un especialista para obtener un diagnóstico y un tratamiento oportuno. No es exageración ni molestia, es cuidado de la salud. Atenderla a tiempo marca la diferencia.