A finales de 2024, el número de ciudadanos españoles encarcelados en el extranjero alcanzó los 1.053, según los últimos datos del Ministerio de Asuntos Exteriores. Este número representa un nuevo aumento respecto a años anteriores y evidencia una tendencia al alza desde el final de la pandemia.
Del total de presos, 920 son hombres y 133 mujeres. Los países con mayor número de españoles encarcelados son Francia, Alemania y Marruecos, reflejando así los destinos más comunes en los que se producen detenciones.
El Ministerio explica que este aumento se debe, en gran medida, a la reapertura de fronteras tras la crisis sanitaria de la covid-19. En 2023 se registraron 940 presos españoles en el extranjero, una cifra que también había subido respecto a los 894 de 2022 y los 777 de 2021.
Las oficinas consulares españolas tienen como una de sus funciones asistir a los compatriotas que cumplen condena en prisiones extranjeras, sobre todo cuando estas no reúnen condiciones mínimas de salubridad, alimentación o atención médica.
Los consulados pueden intervenir para garantizar un trato digno y adecuado por parte de las autoridades locales, facilitar el contacto con familiares, enviar materiales de lectura, y realizar visitas periódicas a los internos para supervisar su situación.
Además, en ciertos casos, se ofrece ayuda económica a los presos que carecen de recursos, siempre que la atención penitenciaria recibida no se equipare a la española. Esta asistencia tiene un límite de 120 euros al mes, salvo que el recluso conviva con menores dentro del centro penitenciario.