El estudio proporciona a los científicos un recurso valioso para identificar células del músculo esquelético que podrían ser susceptibles a intervenciones médicas
Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra, en colaboración con equipos científicos de China, Estados Unidos y España, han realizado un estudio sobre la expresión génica y epigenética de las células del músculo esquelético en diferentes etapas de la vida. Esto ha resultado en la creación del atlas unicelular más completo del músculo esquelético humano envejecido hasta la fecha, lo que potencialmente podría contribuir a aumentar la longevidad.
Este estudio proporciona a los científicos un recurso valioso para identificar células del músculo esquelético que podrían ser susceptibles a intervenciones médicas, farmacológicas y cambios en el estilo de vida. Dichas intervenciones podrían tener un impacto significativo en la salud física y contribuir a prolongar la vida.
El músculo esquelético desempeña un papel crucial como sistema motor en el cuerpo humano y también en la regulación metabólica. A medida que las personas envejecen, especialmente aquellas mayores de 80 años, los músculos esqueléticos pueden experimentar sarcopenia, un proceso caracterizado por la pérdida progresiva de masa y función muscular.
Desafíos del envejecimiento muscular y sarcopenia
La sarcopenia no solo aumenta la discapacidad del individuo, sino que también interviene en el rápido declive de las funciones generales de las personas mayores, que las hace más frágiles. Los mecanismos subyacentes no se conocen bien. Hasta ahora no se habían investigado sistemáticamente las bases biológicas de la sarcopenia a nivel unicelular.
«Como el atlas más exhaustivo del envejecimiento muscular humano a nivel unicelular hasta la fecha, este estudio será una referencia tanto para el campo del envejecimiento como para el de la sarcopenia y la fragilidad», ha afirmado la doctora Pura Muñoz-Cánoves, directora del estudio.
El músculo esquelético humano está formado en gran parte por fibras musculares (miofibras), de las que existen dos tipos. Las fibras musculares de tipo 1 participan principalmente en actividades físicas de resistencia, como carreras de larga distancia o ciclismo.