En una operación conjunta entre la Guardia Civil y la Policía Nacional, las autoridades han desarticulado en Madrid una sofisticada organización criminal que se dedicaba a estafar a través de anuncios falsos de venta de coches de segunda mano. El entramado operaba como si fuera un auténtico servicio de atención al cliente, activo las 24 horas del día y con 69 líneas telefónicas diferentes para dar cobertura nacional a su red de engaños.
En total, han sido detenidas 12 personas —incluidos los cabecillas del grupo— y se han practicado 13 registros domiciliarios en varios municipios madrileños. El botín hasta ahora identificado supera los 380.000 euros, y ya se han contabilizado 175 víctimas en todo el país, aunque los investigadores no descartan nuevas detenciones y más perjudicados.
El modus operandi era tan hábil como perverso: publicaban vehículos inexistentes en portales de compraventa, a precios por debajo del mercado y sin el conocimiento de sus verdaderos propietarios. Una vez que un interesado contactaba, los miembros de la red lo derivaban a una app de mensajería, donde le solicitaban una transferencia bancaria como «reserva» del coche y una copia de su DNI para, supuestamente, elaborar el contrato de compraventa.
A cambio, enviaban documentación del supuesto vendedor, que en realidad correspondía a identidades ya suplantadas en estafas anteriores. En algunos casos, si la víctima se mostraba escéptica, llegaban incluso a amenazar con utilizar su DNI para cometer nuevas estafas si no seguía con el proceso.
Durante la investigación, se descubrió que la red funcionaba con una estructura piramidal muy profesionalizada. Ocho líderes se encargaban de centralizar las ganancias y dirigir a otros miembros que gestionaban las cuentas bancarias y movían el dinero fraudulento. Los fondos eran blanqueados mediante compras de productos de tecnología, artículos de lujo o enviados a terceras cuentas para dificultar su rastro.
El 20 de mayo se realizó el golpe definitivo: registros simultáneos en Alcalá de Henares (9), Torrejón de Ardoz (1), Anchuelo (2) y Cobeña (1) permitieron detener a los principales implicados. Entre los efectos incautados se encuentran más de 73.000 euros en metálico, 75 teléfonos móviles, 32 tarjetas SIM, réplicas de armas, cuatro vehículos, equipos electrónicos de alta gama, e incluso joyas y relojes de lujo. Además, las autoridades han logrado bloquear 81 cuentas bancarias utilizadas para canalizar el dinero.
Las cifras actuales son alarmantes: 175 víctimas repartidas por todo el territorio español y más de 380.000 euros en perjuicio económico. La organización usaba al menos 60 cuentas bancarias y más de 69 líneas telefónicas para mantener activa la red de estafa, presentando la apariencia de una empresa seria y organizada. Suplantaban incluso la imagen corporativa de reconocidas plataformas de compraventa de vehículos para ganarse la confianza de sus víctimas.
La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones ni la aparición de más afectados. Por ahora, seis de los detenidos han ingresado en prisión provisional, imputados por los delitos de pertenencia a organización criminal, estafa, usurpación de estado civil, falsedad documental y blanqueo de capitales.