Hoy: 17 de noviembre de 2024
La adolescencia es una etapa fundamental de transformación, tanto física como emocional, que requiere un acompañamiento cercano y empático por parte de los padres y educadores. En el II Congreso Internacional de Educación y Crianza Intencional, la experta Diana Al Azem compartió estrategias clave para apoyar a los adolescentes en su proceso de autodescubrimiento. Según Al Azem, los jóvenes atraviesan tres preguntas centrales: ¿quién soy?, ¿qué siento? y ¿qué hago con mi vida? Para guiarlos en este viaje, destacó tres pilares fundamentales: conexión, control y competencia.
En primer lugar, es crucial establecer una conexión genuina con los adolescentes. La escucha activa, sin juicios, es clave para que se sientan comprendidos y acompañados en su búsqueda de identidad. Este proceso debe involucrar empatía y comprensión, ya que los adolescentes necesitan sentirse validados y apoyados por los adultos cercanos.
El control es otro aspecto esencial. Los jóvenes deben sentir que tienen autonomía para tomar decisiones, incluso si estas decisiones implican equivocarse. El proceso de aprendizaje de los adolescentes se enriquece cuando enfrentan las consecuencias naturales de sus actos. Aquí, los padres deben permitirles cometer errores y asumir las consecuencias sin intervenir de forma excesiva, ya que esto fomenta el desarrollo de la responsabilidad.
El tercer pilar es la competencia. Los adolescentes necesitan experimentar el éxito en actividades que les interesen para fortalecer su autoestima y confianza. Es fundamental proporcionarles oportunidades para destacarse, sin presionar demasiado. En este sentido, los padres deben estar atentos a los talentos e intereses de sus hijos y darles el espacio para explorarlos y desarrollarlos.
Además, Diana Al Azem también profundizó en la importancia de la gestión emocional durante la adolescencia. Los padres deben ayudar a los adolescentes a identificar y gestionar sus emociones, evitando negar o minimizar sus sentimientos. La educación emocional es fundamental para que los jóvenes aprendan a enfrentar los desafíos de manera saludable, sin recurrir a distracciones como las pantallas o conductas destructivas.
El psicólogo Yoshinori Noguchi también aportó ideas valiosas sobre la relación entre padres e hijos, destacando cómo los comportamientos y actitudes de los padres pueden influir en las decisiones y emociones de los adolescentes. Es esencial que los padres reflexionen sobre sus propias expectativas y patrones de comportamiento, ya que estas influencias pueden repercutir en el bienestar de sus hijos.
Por último, Al Azem destacó la importancia de ayudar a los adolescentes a encontrar su propósito en la vida. Siguiendo las teorías de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, los padres deben identificar las fortalezas naturales de sus hijos (ya sea en el ámbito lógico-matemático, artístico o emocional) y alentarlos a desarrollar sus habilidades de manera individualizada.
En resumen, la adolescencia es una etapa de exploración y crecimiento, y para acompañar a los adolescentes de manera efectiva, los padres deben ofrecer un espacio de autonomía, apoyo emocional y reconocimiento de sus talentos. Sólo así podrán ayudarles a convertirse en adultos seguros de sí mismos, empáticos y competentes, preparados para enfrentar el futuro con confianza y propósito.