El Real Betis vivió una noche amarga en Breslavia al caer 4-1 ante el Chelsea en la final de la UEFA Conference League 2025, en lo que fue su primera aparición en una final europea en sus 118 años de historia.
El conjunto verdiblanco comenzó con fuerza, adelantándose en el marcador gracias a un gol de Abde Ezzalzouli en el minuto 29. Sin embargo, la lesión del delantero en el minuto 52 marcó un punto de inflexión, y el equipo se desmoronó ante la potencia física y táctica del Chelsea, que revirtió el marcador con goles de Enzo Fernández, Nicolas Jackson, Jadon Sancho y Moisés Caicedo.
A pesar de la ilusión y un notable primer tiempo, el Betis fue superado en todas las líneas en la segunda mitad. Pellegrini alineó un equipo con limitaciones físicas y de plantilla, mientras el Chelsea mostró una gran profundidad, frescura juvenil y precisión táctica. La derrota supone también el fin de la racha invicta del fútbol español en finales europeas desde 2001.
El Chelsea, dirigido por Maresca, demostró ser el mejor equipo del torneo, logrando convertirse en el primer club en ganar Champions, Europa League, Recopa y Conference League. La actuación destacada de Cole Palmer, quien fue nombrado Jugador del Partido, fue clave en la remontada del equipo londinense.
A pesar del duro golpe, la afición bética mostró su orgullo y apoyo incondicional hasta el final. Jugadores como Isco, Bartra, Ruibal y Adrián San Miguel expresaron su dolor por la derrota, pero también su orgullo por la temporada realizada, destacando la clasificación del equipo a la Champions League. Todos coincidieron en el papel fundamental de la afición, a quienes reconocen como fuente de motivación y a quienes prometen devolver pronto una alegría.
Ahora, el Betis deberá reflexionar, reforzar algunas posiciones clave en verano y mantener la esperanza en un futuro prometedor. La historia, por fin, sonríe al Betis, y la felicidad, esta vez, es completamente verdiblanca.