La organización no gubernamental Save the Children ha emitido una alerta y ha destacado que aproximadamente 630.000 niños ucranianos que han regresado a sus hogares desde el inicio de la invasión rusa están enfrentando «necesidades extremas» que ponen en riesgo sus vidas.
En el marco de la crisis humanitaria en Ucrania, Save the Children ha resaltado que 15 millones de personas han abandonado sus hogares desde el comienzo de la invasión rusa, catalogándola como la crisis de desplazamiento «más rápida» en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Actualmente, 6,3 millones de ucranianos son refugiados en el extranjero, y 3,7 millones están desplazados internamente.
De los más de 4,5 millones de desplazados que han retornado a sus hogares, 1,1 millones son niños. Sin embargo, más de 600.000 de ellos han regresado a situaciones de pobreza y peligro, mientras que 360.000 lo han hecho a provincias afectadas por la guerra o ubicadas en la línea del frente, como Dnipró, Járkov, Mikolaiv, Odesa y Sumi.
Save the Children ha subrayado que la «necesidad extrema» es la segunda categoría más alta en la evaluación de necesidades, basada en datos de REACH y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Estos niños tienen un 62 por ciento más de probabilidades de experimentar este tipo de necesidades en comparación con el resto de la población.
Sonia Kush, directora de Save the Children en Ucrania, expresó que los niños ucranianos han soportado «dos largos años de violencia y destrucción». Destacó la valentía de las familias que regresaron en busca de seguridad y la importancia de respetar su voluntad de estar en sus hogares. Hizo un llamado a ayudar a las comunidades afectadas por la guerra a reconstruirse y recuperarse, proporcionando herramientas para que las familias retomen sus vidas y los niños puedan disfrutar de una infancia normal.
El testimonio de Marina, residente en Jersón, destaca las dificultades que enfrentan las familias al regresar. Las consecuencias de la guerra, como la presencia de minas antipersona, han afectado la seguridad y el sustento de las personas. Save the Children ha instado a las partes en conflicto a cumplir con el Derecho Internacional, proteger a los civiles, evitar el uso de armamento en áreas pobladas y permitir un acceso humanitario sin restricciones para las familias afectadas por la guerra.