Las hermanas han acudido a la cita visiblemente serias y en completo silencio ante las preguntas de la prensa
En medio de la gran polémica por la misa homenaje que Carmen Borrego y Terelu Campos han organizado para María Teresa Campos con motivo de su cumpleaños, grandes ausencias en la cita han empañado lo que pretendía ser una misa íntima y familiar. “No voy a decir nada”, declaró Terelu a su salida de la iglesia, mostrando aparente enfado. Por su parte, Carmen fue mucho más rotunda ante las preguntas de la prensa: “Vale, por favor, os pido un poquito de respeto, un mínimo. Yo os doy las gracias a todos por estar aquí, pero no tengo nada que decir”.
Tras la filtración de la celebración de este homenaje en la Iglesia de Santa María de Caná, Carmen y Terelu acudían a la cita visiblemente serias y en completo silencio ante las preguntas de la prensa evitando así un mayor revuelo mediático por ausencias como la de Gustavo Guillermo o la de José María Almoguera, que ponía una vez más de manifiesto que la relación con su madre está más tensa que nunca. Las que sí que recordaron a su abuela en un día tan especial fueron Alejandra Rubio y Carmen.
Por su parte, Rocío Carrasco y Fidel Albiac demostraban una vez más que forman parte del círculo más íntimo de las Campos acudiendo a la cita. “Es una fecha que es complicada. Mañana sería el cumpleaños. Entonces, bueno, pues cada uno reacciona de una forma”, explicaba Rocío. En cuanto a cómo había ido la misa, Rocío reconocía: “Una misa normal y corriente, pero emotiva porque al final es conmemorativo. Para recordar a mucha más gente, no solamente a Teresa”. Sobre qué es lo que más echa de menos de la ausencia de María Teresa, Rocío fue muy sincera: “Pero si es que yo no te puedo decir nada en concreto, porque qué dedito me corto que no me duela. Ella en sí. Si es que no hay más”.
Entre los asistentes, también pudimos ver a algunos amigos de la familia que no perdieron la oportunidad de recordar a la periodista en una fecha tan señalada. Su íntima amiga Meli Camacho o Kike Calleja y Raquel Abad fueron algunos de los asistentes a la iglesia en la que intentaron pasar desapercibidos.