Carla Goyanes vive el peor agosto de su vida. El día 7 fallece su padre, Carlos Goyanes, mientras disfruta de unas vacaciones en familia en su casa de Marbella. Apenas tres semanas después, sin tiempo para asimilar la muerte de su progenitor, la modelo pierde a su hermana Caritina de manera repentina debido a un infarto fulminante a los 46 años.
Desde entonces, y cumpliendo con la promesa que le hizo tras su fallecimiento en una desgarradora carta que publicó en Instagram, Carla ha estado completamente volcada en su familia, especialmente en sus sobrinos, como pudimos comprobar cuando acompañó a la pequeña Mini Cari (10) en su primer día de colegio.
Sin embargo, cuando se cumplen tres semanas de la muerte de Caritina, la modelo ha dado un importante paso al frente. Y tras confesar que sus hijos son su “mejor medicina” en estos durísimos momentos, ha decidido refugiarse no solo en sus seres queridos, sino también en su trabajo, siguiendo el consejo que le dio su hermana pocos días antes de fallecer, como ella misma ha revelado a través de sus redes sociales.
“Mi hermana decía que la vuelta al trabajo me iba a hacer llevar mejor lo de nuestro padre. Y es cierto. Mantiene la mente ocupada en otra cosa. La vida sigue y hay que seguir cumpliendo con los compromisos profesionales por responsabilidad pero también como terapia para avanzar”, ha reflexionado, anunciando que su reaparición se producirá en una webinar de un Master en Industria del Lujo y Relaciones Institucionales, donde participará como ponente.
Un regreso al trabajo que se produce pocos días antes de la misa funeral en recuerdo de Carlos y Caritina Goyanes, que se celebrará el próximo lunes 23 de septiembre en la iglesia de San Agustín de Madrid, cuando veremos juntos de nuevo a Cari Lapique, Carla Goyanes y Antonio Matos en un homenaje al que asistirán numerosos amigos y rostros conocidos y que se prevé multitudinario.