Cándido y el aforfallado Pollastrón de La Moncloa, los ‘pagafantas’ del golpista Puigdemont

Avergüenza ver cómo un presidente del Gobierno adultera al más alto tribunal de España para mantenerse en el sillón

Se revuelve el estómago escuchando en Tik Tok lo que soltaban Sánchez y sus maporreros/as y maporrerillos (Marlaska) antes de las elecciones («es inconstitucional», «lo que quieren los catalanes, es ilegal, no cabe en la Constitución») y lo que empezaron a difundir cuando supieron que necesitaban los siete votos de Puigdemont.

«Si quieres el sillón, yo quiero a la amnistía», le chuleó Puchi.

Sánchez es un cagancho a las cuatro de la tarde, pero no en Almagro.

Me pregunto: ¿Qué pensará de sí mismo El Pollastrón cuando se ve en los vídeos de Tik Tok diciendo una cosa y después la contraria? ¿Le dará vergüenza; o dirá, tierra, trágame. O reconocerá: «Coño con razón dicen: si es que soy un puto mentiroso, jejeje».

«El puto amo, jefe…» -le alaba Óscar Puente.

A Pollastrón Sánchez le da igual todo.

Los seis miembros del Constitucional que han avalado esta medida de gracias fueron puestos ahí a dedo por el PSOE, por Sánchez. Los 8.000 euros o más que ganan al mes arrastran sus pensamientos sanchistas.

Pedro Sánchez sabía que la amnistía acabaría en el Constitucional, y allí colocó a Cándido Conde-Pumpido como mamporreo mayor del reino. Vergonzoso Cándido.

Inmaculada Montalbán, del pueblo granadino de Iznalloz, la ponente de la «barrabasada» (Felipe González dixit, ayer) es una secuaz de Margarita Robles, ella la puso allí, es dócil, acomodaticia: otra mamporrerilla de libro.

A Pumpido, toma nota, le han prometido un cargo vitalicio en el Consejo de Estado (un pastón de sueldo). Vitalicio.

Con este género humano, el Constitucional ha perdido todo crédito. Lo han aplastado.

No juzga en Derecho, juzga la voluntad de quién ha puesto ahí esa tribu.

Menudo guardián de la Constitución. Y quien les ha puesto ahí es para que le bailén a Puigdemont y Sánchez siga en La Moncloa.

Este tipo, lo mismo da decir Sánchez que Pumpido, atascado en la corrupción más asquerosa que ha sufrido España desde la transición, no tiene límites. Ha punteado todas las líneas rojas.

El pollastrón ultraembustero de La Moncloa miente hasta cuando micciona. Firma un 5% de gastos en Defensa para la OTAN y sale de allí y dice que es un 2,1%. La presidenta Meloni no daba crédito.

¿Acaso toma este tío por tontos a los españoles?

También se parece a un follatabiques en Madrid después de la siesta.

Espero que alguien le diga a Trump que El Pollastrón no es España. Que solo se representa a él mismo. Y que no negocie aun el tratado comercial España-USA.

Que espere a que las urnas, que deben colocarse sin más dilación, le den una patada al Pollastrón y haya un presidente normal al frente del país. No un tipo asustado demacrado, de mirada cóncava, apestado de corrupción.

Sánchez también se asemeja a un cipollo desatalentado, un insensato que arrastra desde su incierta infancia una mala pedrada.

Utiliza el BOE para él y los suyos. No tiene vergüenza, ni ética, ni moral. Ahora quiere darle la instrucción penal al fiscal procesado García Ortiz. Y hacer una ley para que las causas que asfixian a su Bego y a su David, el de la oficina de artes escénicas, se evaporen. Y hasta que no lo haga no se irá. Hagan apuestas.

Pedrito, ¿quién nos defenderá si Marruecos decide que Ceuta y Melilla son suyas?

¿Llamas a Puigdemont, que, ¡¡¡atención!!!, es quien escribió su propia ley de amnistía?

-«Oye, Cerdán, quitad esto y poned esto otro…».

-Pedro, ¡¡que quieren que la amnistía sea para todos los incursos en causas por el procés!! O que no te hacen presidente…

-Haz lo que digan… Yo de La Moncloa no me muevo, joder, Santos, lo que quieran…

Trump detesta a Sánchez

¿Pedro, quién pagará la eventual ruina de los empresarios españoles que viven del comercio con EE UU?

Se ha enfrentado a Trump. A pecho descubierto. Firma y luego dice que no…

Lo arrinconan los presidentes europeos, nadie habla con él, se esconde de Trump.

Este Pollastrón nunca debió llegar a La Moncloa. Es un lila dañino que antepone su yo al interés general.

¿Y tú Cándido…? ¡Qué pena, con lo que has sido!… Ahora, límpiate las manos y viaja al Consejo de Estado. Favores pagados. Un cargo vitalicio. ¿¡Estarás contento…!?

Ahora le toca a Europa ver lo que habéis perpetrado.

Y pintan bastos.