Un nuevo brote de ébola ha surgido en la República del Congo. Las autoridades han registrado 28 casos sospechosos y 15 muertes, incluyendo a cuatro trabajadores sanitarios. La provincia afectada es Kasai, en el centro del país.
Los análisis de laboratorio realizados en el Instituto Nacional de Investigación Biomédica (INRB) de Kinshasa confirmaron los casos en Bulape y Mweka. Los pacientes presentaban fiebre, vómitos, diarrea y hemorragia.
Según ha publicado Europa Press, el brote ha movilizado a equipos especializados para contener la propagación del virus. Se trata de una zona de difícil acceso, donde un trayecto desde Tshikapa requiere al menos un día de viaje.
Se han desplegado equipos de respuesta rápida y especialistas en comunicación de riesgos para informar a la población. El Gobierno dispone de 2.000 dosis de la vacuna contra el ébola, listas para trasladarse a Kasai, y ha solicitado más suministros.
Entre las víctimas hay dos enfermeras y un técnico de laboratorio. Las prioridades son reforzar la vigilancia, garantizar medidas preventivas, ofrecer apoyo médico y fortalecer la comunicación con la población.
Este brote recuerda la vulnerabilidad de las comunidades africanas frente a enfermedades infecciosas. La República del Congo ha enfrentado 15 brotes desde 1976, siendo el más grave el de 2018-2020, con más de 3.400 casos y casi 2.300 muertes. Kasai ya sufrió brotes en 2007 y 2008, siendo el de 2007 especialmente letal.
La detección temprana y la respuesta coordinada son claves para salvar vidas. Las autoridades trabajan contrarreloj para contener el brote y proteger a la población.