Brian Wilson, cofundador, compositor y corazón creativo de The Beach Boys, ha fallecido a los 82 años, según confirmó su familia en un emotivo mensaje publicado en su cuenta oficial de Instagram. Con él se va una de las figuras más influyentes e innovadoras de la música popular del siglo XX, según una información publicada en Europa Press.
«Tenemos el corazón roto. No tenemos palabras en este momento», expresó su familia, pidiendo respeto y privacidad en este momento de duelo, al tiempo que reconocían que comparten el dolor con millones de personas alrededor del mundo.
Nacido en Hawthorne, California, Brian Wilson fundó The Beach Boys en 1961 junto a sus hermanos Carl y Dennis, su primo Mike Love y su amigo Al Jardine. Bajo su liderazgo musical y creativo, el grupo no solo definió el «sonido California», sino que lo elevó a un lenguaje universal.
La banda vendió más de 100 millones de discos y colocó más de 80 canciones en listas de éxitos globales. Treinta y seis de ellas entraron al Top 40 de EE.UU., cifra récord para un grupo de rock estadounidense. Clásicos como «Surfin’ USA», «California Girls», «Good Vibrations» o «God Only Knows» siguen resonando como himnos generacionales.
Con su inigualable sensibilidad musical, Brian Wilson rompió moldes en la producción de estudio. El álbum Pet Sounds (1966), considerado por muchos críticos como uno de los más importantes de todos los tiempos, fue el resultado de una visión que desbordaba los límites del pop. Su estilo sofisticado, la complejidad armónica y la riqueza emocional de sus composiciones lo convirtieron en un referente para artistas como Paul McCartney, David Bowie o Radiohead.
Wilson también libró duras batallas personales, enfrentándose durante décadas a problemas de salud mental. Sin embargo, su lucha constante y su regreso a los escenarios a finales de los 90 sellaron la imagen de un artista resiliente y comprometido con su arte hasta el final.
La muerte de Brian Wilson deja un vacío profundo en el corazón de la música, pero también una huella imborrable. Su obra no solo definió una época; la elevó, la expandió y la hizo eterna.
Millones de oyentes en todo el mundo seguirán viajando con él, cada vez que suenen los primeros acordes de “Wouldn’t It Be Nice” o “Don’t Worry Baby”. Porque Brian Wilson no solo escribió canciones: escribió sueños. Y esos, como las buenas vibraciones, no mueren jamás.