CARLOS LORET DE MOLA
En seguridad venimos del sexenio con más asesinatos de la historia y en estos dos meses en el poder de la presidenta Sheinbaum la situación muestra deterioro.
Van 80 días de cruenta lucha interna del Cártel de Sinaloa en Culiacán. Ya fue el secretario García Harfuch a caminar con un mega operativo de seguridad. Ya mandaron casi 3 mil soldados. Nada cambió. Se roban 300% más vehículos. Las calles están vacías por las noches. Quiebran negocios y restaurantes. Las balaceras son la nueva banda sonora de la ciudad.
Y el gobernador —bajo sospecha e inamovible en su cargo— dice todos los disparates que es posible decir a un político en crisis.
Ojalá fuera solo Sinaloa. En Guerrero el alcalde decapitado y los ejecutados diarios, con un gobierno también bajo sospecha. En Chiapas, desplazados y masacres. En Guanajuato no paran de matar. En el Estado de México, lo mismo. Ya hasta hubo mega operativo.
Pasan cosas donde antes no pasaban, como en Querétaro. Y en Tabasco, la violencia desatada tiene enfrentados a los morenistas: el actual gobernador le echa la culpa al anterior de haber entregado la policía al líder de un cártel; o sea, que Adán Augusto López tuvo su García Luna… de hecho, peor.
En economía, el segundo problema que más preocupa a la población, una catarata de malos datos. Las constructoras con su mayor baja desde 2020. La manufactura y la inversión extranjera estancadas. En octubre la peor salida de capital extranjero en el año. El dólar se ha disparado el 25 por ciento desde que ganó Sheinbaum. Las calificadoras castigando el grado de inversión del país.
En lo internacional, Sheinbaum recibió la relación México-EE.UU. en el peor momento de su historia. Logró lo impensable: ponerla aún peor. Y eso que aún no llegaba Trump y amenazaba con aranceles. Lo que viene es de pronóstico reservado.
En lo político, el régimen hizo la trampa de la sobrerrepresentación. Obtuvo mayoría calificada gracias a la cooptación mafiosa de senadores: compraron a dos, secuestraron a uno y extorsionaron a otro. Ya hasta perdonaron a Yunes una orden de aprehensión y otra de extradición, a cambio de haber traicionado a la oposición.
El Poder Judicial va en camino a ser también de Morena. Están a días de desaparecer los organismos autónomos. AMLO impuso a Rosario Piedra en la CNDH, contra el deseo de Sheinbaum exhibiéndola desempoderada. Los viajes en helicóptero de Ricardo Monreal y Pedro Haces.
El show de los 40 mil licenciados que se registraron para ser candidatos a jueces en solo dos días no aguanta ni la primera revisada.
Frente a esta oleada de errores, excesos y escándalos, no deja de asombrarme una oposición sin tracción ni discurso. Una realidad tan descompuesta debería constituir un festín para cualquier oposición. Lo sería en cualquier parte del mundo. Aquí nomás no se ven ni se oyen. Les fue mal en las urnas en junio. Lo peor ha venido después: la irrelevancia.— Ciudad de México.
*Por su interés recogemos este artículo de Carlos Moret publicado en Diario Yucatán