Existen múltiples estudios que se centran en evaluar el daño cardíaco en situaciones de obesidad o de infarto de miocardio de manera independiente
Una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) muestra cómo, ante una situación de infarto de miocardio en presencia de obesidad, se produce un aumento a nivel cardíaco de la proteína galectina-3 que favorece la aparición de alteraciones funcionales del corazón.
Existen múltiples estudios que se han centrado en evaluar el daño cardíaco en situaciones de obesidad o de infarto de miocardio de manera independiente. La novedad de este estudio, publicado en Faseb Journal, radica en que se muestra por primera vez que la proteína galectina-3 ejerce sus acciones a nivel cardíaco a través de la activación del estrés del retículo endoplásmico, una situación en la cual un acumulo de proteínas mal plegadas genera la aparición de eventos inflamatorios y provoca muerte celular.
“Un mejor entendimiento de los mecanismos involucrados en la patología puede generar nuevas líneas de investigación y, sobre todo, desarrollar nuevas estrategias terapéuticas que mejoren la calidad de vida de los pacientes afectados”, ha explicado Victoria Cachofeiro, investigadora del grupo de Fisiopatología Cardiovascular y Metabólica del departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UCM, del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón y del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares.
En la investigación experimental, los expertos han utilizado ratas alimentadas con dieta rica en grasa durante 10 semanas y a las que se les indujo un infarto de miocardio a la sexta semana de evolución.