El Consejo General del Poder Judicial ha abierto diligencias informativas al juez Juan Carlos Peinado, el instructor del caso Begoña (la mujer del presidente Pedro Sánchez) y ahora también del affaire Bolaños, tras una queja del ministro Félix Bolaños ante el Consejo contra el juez Juan Carlos Peinado.
Así lo han contado a este digital fuentes cercanas al Poder Judicial, que piden anonimato.
El argumento de la denuncia es que él, Bolaños, se enteró por la prensa de su citación judicial ante Peinado del pasado 16 de abril (cuando el juez acudió a la Moncloa para interrogarle por una malversación de caudales públicos relacionada con la asesora de Begoña Gómez).
Meses antes, Peinado estuvo en el mismo palacio, pero en esa ocasión interrogando al mismísimo Pedro Sánchez en relación con determinados negocios de su mujer con el empresario Juan Carlos Barrabés, uno de los imputados en la causa del caso Begoña.
Félix Bolaños, el actual número 2 del Gobierno y hombre de máxima confianza de Pedro Sánchez, elevó la queja al Consejo del Poder Judicial tras su interrogatorio, que tuvo lugar en el despacho que el ministro poseeen La Moncloa, el pasado 16 de abril.
En su queja muestra su enfado por haberse enterado de la citación por la prensa y, a juzgar por su demanda, deja entrever que el culpable es el juez y que debe ser sancionado.
Y el Poder Judicial le ha hecho caso y ha abierto diligencias informativas al magistrado que investiga desde hace un año a Begoña Gómez por cuatro delitos. De hecho, el Consejo le ha pedido al juez que informe y aporte pruebas sobre cómo se produjeron los trámites de la citación.
Lo grave de este asunto es que fue el propio Bolaños, en nombre del Gobierno, el que colocó y designó a 11 de los 21 miembros del Consejo, incluida la presidenta, Isabel Perelló, amiga de Margarita Robles.
Pero quien firma el pacto para renovar el Consejo con González Pons (del PP) es Félix Bolaños.
Los 10 vocales más la presidencia dan al PSOE la mayoría en el Consejo. Y es el Consejo, a través de su comisión disciplinaria, el que puede sancionar a un juez. E incluso echarlo de la carrera si lo que hace es grave. Solo el Consejo puede sancionar a un juez. Y ahí se ha ido el ministro de Justicia, donde tiene la mayoría de vocales, nombrados y seleccionados por él.
Los hombres de Bolaños son básicamente los responsables de que este órgano haya abierto diligencias informativas a Peinado en lo que parece un intento de amedrentarlo para que no le investigue a él ni a Begoña Gómez.
«¿Quién dice que no ha tocado a sus peones del Consejo, pues los eligió él, para que se carguen al juez Peinado?», se preguntan fuentes jurídicas . «La denuncia es una chorrada y, sin embargo, le han abierto diligencias informativas en vez de archivarla sobre la marcha como se haría en cualquier otro caso», añaden los citados medios.
«Y no se olvide que el denunciante en este caso no es un ministro cualquiera, es, además, el de Justicia y Administraciones Públicas», zanjan. El otro yo de Pedro Sánchez.
Tras ser citado por Peinado, Bolaños quiso ser interrogado en su despacho de La Moncloa y no en el del Ministerio de Justicia de la calle de San Bernardo de Madrid.
El juez le interrogó sobre la contratación irregular por parte de La Moncloa de una asistente para Begoña Gómez. El interrogatorio fue tenso, ya que Bolaños, el jefe maximo de la parte administrativa de La Moncloa, se dedicó a decir que no sabía quién contrató a la asistente de Begoña Gómez, que se llama Cristina Álvarez. Amiga del alma y mano derecha de Bego.
El juez, enfadado, cortó el interrogatorio, y dado que este se realizaba en las propias instalaciones del palacio de La Moncloa, envió a Bolaños a que fuese a sus oficinas y preguntase quién ordenó contratar a la citada asistente.
Al final volvió con un nombre, pero tras insistir en que él, pese a ser el jefe máximo de todo el departamento administrativo, no sabía nada.
Se da la circunstancia de que el juez Peinado acaba de elevar ante el Tribunal Supremo, pues Bolaños es aforado, una exposición de hechos de 32 folios en los que atribuye a Bolaños una malversación de caudales públicos y además le imputa falso testimonio, por mentirle «con maldad» durante el interrogatorio.
Este tipo de queja ante el Poder Judicial que interpuso Bolaños contra Peinado es de las que nunca prosperan. Se archivan prácticamente todas ipso facto.
Menos la que Bolaños ha puesto contra Peinado, y por la que el Consejo ya le han pedido explicaciones y le ha abierto unas diligencias informativas.
Es obvio que la prensa suele enterarse de las resoluciones judiciales a través de los abogados personados en la causa, quienes, a su vez, son los que reciben las notificaciones del juez. Como en todos los procesos.
En cuanto los abogados, al menos la mayoría, reciben cualquier notificación del juzgado sobre un caso de relevancia, ya sea vía telemática o en papel judicial, la envían a periodistas amigos, que las publican casi al instante.
Si un abogado no está muy atento, pues nunca se sabe cuando llegará una resolución judicial, sucede vía Internet, y resulta, es solo un ejemplo, que se trata del abogado de Bolaños, porque que no ha abierto en ese incierto momento el ordenador, por lo que sea, pues es obvio que la información saldrá antes por la prensa.
Entre otras supuestas ilicitudes, el titular del Juzgado de Instrucción 41 de los de la plaza Castilla de Madrid, Juan Carlos Peinado, lleva meses indagando por qué la Universidad Complutense de Madrid le otorgó una cátedra relacionada con la «sostenibilidad» en las empresas a la mujer de pedro Sánchez. Entre otros supuestos delitos.
Begoña Gómez se convirtió en catedrática sin ni siquiera tener una titulación universitaria. Apenas el bachillerato. Sería muy raro encontrar un caso similar en cualquier universidad. Salvo en la Complutense.
Se trataba de la mujer del presidente, debió pensar el rector, que fue el que la aupó tras varias visitas a La Moncloa. Ni exámenes ni nada: catedrática de transformación sostenible. Algo así. Y Begoña se metió en el papel rápido.
Uno de los delitos que se le investigan es que, en su calidad de funcionaria, puesto que adquirió ese estatus en cuanto fue nombrada catedrática por el rector, se apropió supuestamente de una aplicación informática de la universidad y la puso a su nombre.
Esta aplicación la creo ex profeso para Begoña la multinacional tecnológica Indra. Y ella la explotaba desde su despacho de catedrática. Una buena herramienta.
Su confección fue abonada (cerca de 200.000 euros) por Google y Telefónica. Salvo de Google, su marido es el máximo jefe, en términos accionariales, de Indra y Telefónica. El Estado cuenta en ellas con mayoría de participaciones.
Begoña utilizó a su asistente/asesora, Cristina Álvarez, para sus contactos y negocios con estas empresas, incluso para pedir dinero para la cátedra y otros proyectos. No para temas públicos.
El juez Peinado investiga este asunto, la del programa informático, por malversación de caudales y no por apropiación indebida, puesto que Begoña, al ser catedrática, adquirió también en ese momento la condición de funcionaria.
Y también indaga el juez en base a qué y para qué La Moncloa contrató a una asistente para Begoña. Cristina Álvarez también ha sido interrogada por Peinado y figura entre los investigados del caso Begoña.
Por algo parecido se investigó a una diputada de Podemos que hacía tareas domésticas para el ex matrimonio Pablo Iglesias e Irene Montero. Les cuidaba a los niños y hacía recados para el matrimonio. Cobraba como diputada.
No está establecido legalmente que la mujer de un presidente tenga secretaria o asistenta. Eso, no obstante, sería pasable. Lo que el juez Peinado considera que puede ser una malversación de caudales es que Álvarez, en lugar de ser eso, una secretaria, se pusiera manos a la obra con Begoña en los asuntos personales de esta. Incluidos sus negocios.
En el caso de Begoña los indicios apuntan a que utilizó a su amiga Cristina Álvarez, y ella se dejó, para sus asuntos personales.
Y, además, alguien la contrató (Bolaños intervino, según el juez). Cristina Álvarez, según el sumario de Peinado, actuó de enlace entre su amiga Begoña y la gente que le ayudaba económicamente en la cátedra; unos de estos, el empresario Juan Carlos Barrabés.
Este, supuestamente, además, financió a Begoña parte del presupuesto de la Catedra, y no le fue mal a Barrabés por su generosidad con la cátedra.
De no haber tenido casi nunca una subvención del Estado a sus empresas, de pronto consiguió ayudas por unos 20 millones de euros. Pelotazo tras pelotazo.
Hay una carta, que lleva como aval el nombre de Begoña Gómez, entre otras personas, en la que se pide a determinados ministerios subvenciones económicas para el grupo Barrabés. Y los subordinados de su marido, cómo no, se las dan.
Incluso hay un vídeo, del propio presidente Sánchez, en el que, sin venir a cuento, este empieza a elogiar y dar publicidad del Grupo Empresarial Barrabés. Habla de su vertiginoso crecimiento, de su potencial, y cita con todas sus palabra el nombre de la firma, Grupo Barrabés. En el vídeo Sánchez parece un publicista.
Barrabés también visitó varias veces el palacio de La Moncloa para mantener reuniones con Begoña. En alguna incluso estuvo Pedro Sánchez. Ellos dicen que no tiene nada que ver esa proximidad con las ayudas públicas.
Todo esto lo está investigando el juez Juan Carlos Peinado. Investigó también el caso Air Europa, a la que el Gobierno, durante la pandemia, le soltó una ayuda económica de nada menos que 475 millones. En tiempo récord. Estuvo en Moscú con el heredero dueño de Air Europa. Hay Whatsapps.
Este asunto empezó a investigarlo por tráfico de influencias. Pero la Audiencia de Madrid decretó que se hiciese una pieza separada y lo investigara otro juzgado.
A Bolaños lo ha enviado para el Supremo. Pero sigue investigando un total de 4 delitos contra Begoña.
Si le dejan los peones de Bolaños en el Poder Judicial, que ahora lo tienen bajo investigación. Para «asustarle», opinan fuentes jurídicas.
Es increíble que estén utilizando su poder para asustar al juez que los investiga. Bolaños quiere acojonarlo… Lo hicieron con la UCO y ahora van a por el juez.
Estos tíos son muy peligrosos. No se puede estar impasible, PP, VOX
Hay que defender al juez Peinado y no dejarlo solo, dejarle trabajar.
PSOE Sánchez y Bolaños, chorizos.
Mi apoyo al juez Peinado. quieren cargarselo…
El juez Peinado ha demostrado que no se deja amedrentar. Los del z Consejo son unos lameculos de Bolaños.
El juez Peinado acabará expulsado por prevaricacion. Es indigno que sea juez
Peinado, que ya ha perdido cualquier tipo de vergüenza. Un escrito plagado de burradas: desde decir que se debería registrar La Moncloa, hasta directamente ‘matar’ a la propia Begoña Gómez en un error imperdonable en un escrito tan serio como es este, que ni más ni menos pide imputar a un ministro por falso testimonio y malversación o llamar, una y otra vez, durante todo el escrito ‘investigado’ a Bolaños como si ya estuviera imputado. Acabará juzgado suin duda
Leyendo L el informe, tres decenas de páginas inconexas plagadas de faltas de ortografía, sin lógica alguna y en su mayor parte imposibles de entender. Todos esos folios parecen la transcripción de un monólogo del célebre Mariano Ozores y dan buena cuenta de la falta de seriedad de este movimiento y lo casposo de este juez y de los medios que le jalean para que siga con su experpento
Hablando de faltas de ortografía y aún no aprendió a escribir la palabra creada por del Valle Inclán : ESPERPENTO. Se queja el roto ….
Ya sabía que iba a haber un tonto que lo iba a decir y salió pronto
Hay que apoyar al juez Peinado. Tiene enfrente a todo el poder del Gobierno.
Si, apoyemosle y así podrá juzgar también a las asesoras de Aznar y M. Rajoy. Todos estos son igual de culpables que esta asesora. Espero que Peinado abra causa también contra sus asesores, en especial a Jaime de los Santos y sea también imputado.