Las esperas en la sanidad pública vuelven a crecer. Según los datos del Barómetro Sanitario 2025, elaborado por el Ministerio de Sanidad y el CIS, el 40,6% de los ciudadanos que solicitaron cita con su médico de familia tuvo que esperar ocho días o más para ser atendido. Es decir, casi la mitad de los pacientes no puede ver a su médico en una semana.
El estudio, basado en más de dos mil entrevistas realizadas en julio, refleja un empeoramiento respecto al año pasado. En 2024, el porcentaje de pacientes con demoras superiores a una semana era del 34,5%. Ahora, ese número ha subido seis puntos.
Los datos detallan que el 16,6% esperó entre ocho y diez días, mientras que un 24% tuvo que aguardar más de once. Solo el 10,1% fue atendido el mismo día que pidió cita, y un 11,8% lo consiguió al día siguiente. El resto, más del 70%, tuvo que esperar varios días más porque “no había huecos disponibles”.
El resultado es claro: las agendas médicas están saturadas. Muchos ciudadanos se ven obligados a buscar alternativas. De hecho, uno de cada cuatro afirma haber tenido dificultades para contactar con su médico, y más de la mitad de ellos terminó acudiendo a Urgencias.
A pesar de las demoras, la mayoría de los usuarios sigue valorando positivamente la atención recibida. Sin embargo, la satisfacción general ha bajado. En Atención Primaria, el 78,5% califica su experiencia como buena, frente al 82,2% del año anterior. En Urgencias y Atención Hospitalaria también se registran descensos similares.
La percepción general del sistema sanitario también cae. Solo un 52,5% considera que “funciona bastante bien”, tres puntos menos que en 2024. Y un 26% cree que “necesita cambios fundamentales”, mientras que el 20,7% opina que “funciona mal y requiere reformas profundas”.
El 37% de los ciudadanos asegura que las listas de espera han empeorado durante el último año. Solo un 9% nota alguna mejora.
Aun así, el 75,9% mantiene una valoración positiva del sistema público, y la nota media de satisfacción se sitúa en 6,02 sobre 10.
Aunque más personas recurren al seguro privado, ya lo tiene el 31,7% de la población, seis de cada diez españoles siguen confiando en la sanidad pública si sufrieran un problema grave. Un dato que muestra que, pese a las demoras, la confianza en el sistema sigue siendo su mayor fortaleza.