Argentina, en tiempos de brujos y parapsicólogos

PEDRO JORGE SOLANS

El Rodrigazo, como cualquier plan de ajuste en un país endeudado y empobrecido, destruyó por completo el tejido social y económico argentino

Isabel Perón y el brujo López Rega, Mauricio Macri y su hechicera, y ahora, Javier Milei y su hermana astróloga Karina.

En su primer viaje al exterior después de ser electo presidente de Argentina, Javier Milei visitó Estados Unidos, junto a un grupo de “elegidos”.

Fue una visita más simbólica que de buenos resultados, pero le sirvió al presidente electo para hacer pública su decisión de terminar con la inflación en un lapso de 18 a 24 meses, después que el país sufra una etapa de lágrimas de sangre con una dura caída en la actividad económica y altos niveles de inflación.

Este proceso que anuncia el presidente electo como estanflación ya se sufrió en el país con un nombre menos elegante, Rodrigazo, en referencia a uno de los ministros de Economía que tuvo la presidencia de Isabel Perón.

Estanflación

Es un término acuñado para definir situaciones macro en las que la actividad económica se estanca o cae al mismo tiempo que la inflación se mantiene alta, en resumen, un fuerte plan de miseria. Para atravesar la terrible etapa que esperan atravesar los argentinos, Milei eligió a Luis Caputo como ministro de Economía. Un íntimo amigo del ex presidente Mauricio Macri. El presidente electo no se puso rojo de vergüenza al anunciar la réplica del proceso, recordado Rodrigazo, que dejó serias consecuencias sociales en el país.

“Vamos hacia ese proceso,” dijo quien asumirá con un gabinete surgido de la casta política que prometió destruirla con una motosierra.

Qué fue el Rodrigazo, que se volverá a vivir en Argentina

Un «plan de ajuste» anunciado el 4 de junio de 1975 por el ministro de Economía de Argentina, Celestino Rodrigo, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón y la gestión del por entonces hombre fuerte del gobierno peronista, el brujo José López Rega. Para eliminar la «distorsión» de los precios relativos, Rodrigo impulsó una serie de medidas de shock, que incluyeron una fuerte devaluación del peso, aumento de los servicios públicos, transporte y combustibles de hasta el 180 %, y topes a los aumentos salariales acordados.

Las medidas dispararon la inflación, que pasó del 24 % en 1974 al 182 % en 1975, dando inicio a una década y media de tasas de inflación superiores al 100 % anual. Se produjo el desabastecimiento de gran cantidad de productos esenciales, entre ellos alimentos, combustibles y otros insumos para transporte.
Rodrigo asumió al frente de Economía con un fuerte respaldo el ala de extrema derecha liderada por López Rega impusiera a su candidato: Celestino Rodrigo, quien se había desempeñado como secretario de Seguridad Social, bajo su mando. Rodrigo asumió el 2 de junio de 1975 y a los dos días de asumir anunció su política de shock diseñada por el viceministro Ricardo Zinn, economista ligado a José Alfredo Martínez de Hoz y a las nuevas corrientes neoliberales, que ocuparía un puesto importante en el equipo económico de la dictadura de Videla, donde sería el autor del eslogan “Achicar el Estado es agrandar la Nación”.

El plan fue anunciado por cadena nacional en radio y televisión. El ajuste principal consistía en:
• Devaluación del peso en relación con el dólar en el mercado oficial, pasando en el caso del comercial, de una tasa de 10 pesos por dólar a otra de 26 (en promedio, una depreciación del 61%), y en el del financiero, de una tasa de 15 pesos por dólar a otra de 30

• Nuevo desdoblamiento cambiario respecto del dólar, el dólar turístico, a una tasa de 45 pesos por dólar.
• Alza de hasta un 75% en las tarifas eléctricas.
• Como contraparte, suba de hasta un 80% para los salarios.

El fracaso del Rodrigazo generó las renuncias del ministro Rodrigo y del influyente brujo y parapsicólogo José López Rega.

Tiempos de brujos y parasicólogos

El Rodrigazo, como cualquier plan de ajuste en un país endeudado y empobrecido, destruyó por completo el tejido social y económico argentino y no resolvió ninguno de los males que pregonan hoy los ultraliberales de derecha. Sin embargo, hay una paradoja asombrosa; por los menos en Argentina.
Cada vez que se aplicó un proceso recesivo asfixiante para el pueblo terminó en tragedia y todos tuvieron asesoramientos y conexiones con brujos, parasicólogos, astrólogos o videntes.

Ejemplos: En 1975, el Rodrigazo se aplicó bajo los influjos del esoterismo de López Rega.
En 1976, con la dictadura militar y el super poderoso ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz.

En 1991, Carlos Menem y la convertibilidad de Domingo Felipe Cavallo. En el 2015, Mauricio Macri con su hechicera y la fuga de capitales.

Y ahora, será el tiempo de Javier Milei con su dependencia absoluta hacia su hermana Karina Milei, astróloga y mandamás de la Libertad Avanza.

Los biógrafos del presidente electo señalan que Javier tuvo una infancia difícil y en sus momentos claves de su vida se refugió en los brazos de su astróloga y hermana Karina, quien nunca lo abandonó y es quién realmente gobierna en la existencia del “León libertario.”