Hoy: 26 de noviembre de 2024
Tras una brutal discusión con Aurah Ruiz en la que ambos se faltaron gravemente al respeto y en la que la tachó de “desgraciada”, “indigente mental” o “basura”, Ángel Cristo Jr. huía de los Cayos Cochinos. Sin pensar en las posibles consecuencias, o quizás sí como apuntan algunos; el hijo de Bárbara Rey huía se saltaba el perímetro de seguridad de Supervivientes y permanecía desaparecido durante toda la isla.
Esta actitud, con la que puso en peligro tanto su integridad física, puesto que es un terreno muy peligroso al que no pueden acceder bajo ningún concepto por su propia seguridad, como la del equipo del reality, suponía la expulsión fulminante de Ángel Cristo por motivos disciplinarios, poniendo fin antes de lo pensado a un concurso que muchos estaban seguros de que ganaría.
Mientras Bárbara Rey no se ha pronunciado públicamente sobre el comportamiento de Ángel Cristo, y su novia Ana Herminia lo ha hecho a través de redes sociales para mostrarle su apoyo incondicional y celebrar que pronto estarán de nuevo juntos, Arantxa de Benito, madre de Zayra Gutiérrez, que abandonó Supervivientes la primera semana de reality por dolores de espalda, no ha dudado en sentenciar a Ángel durante la entrega de los premios TalentT, donde ha recibido un reconocimiento en nombre de la ONG Infancia Sin Fronteras.
“Le han echado porque ha traspasado los límites, no solamente en su actitud sino también en sus palabras. Hay que tener cuidado con lo que se dice, a quién se le dice, cómo se dice y dónde lo dices” ha asegurado, reconociendo que aunque “no ha hecho un mal concurso en algunas cosas, creo que ha hecho un mal concurso en otras porque al final la cabeza y la psicología y las formas de hablar y de expresarte son muy importantes. Y creo que en ese punto ha dejado mucho que desear, para mi gusto”.
Sobre cómo se encuentra Zayra, a la que en las últimas galas no hemos visto en el plató de Supervivientes, Arantxa nos ha contado que “ya está prácticamente recuperada” y cada vez “con menos dolorcitos”. Un problema de salud que le impidió darlo todo en ‘Supervivientes’, aunque su madre asegura que “prometía, prometía”.
“Lo pasé mal, las madres sufrimos mucho. Me dio mucha rabia, a ella le dio mucha rabia porque Zayra es una caja de sorpresas y creo que hubiese dado un buen show y hubiera sido una buena concursante. Pero bueno, todo pasa por algo, lo que sucede conviene. Ya vendrán otras cosas” añade.
¿Y ella? ¿Iría a Supervivientes? Como confiesa, “ahora que me he enganchado tanto veo que es durísimo y cada semana que pasa veo a los concursantes y me sorprendo y digo, guau, ¿no? Porque es una experiencia muy dura, no solamente físicamente, sino psicológicamente. Tienes que tener la cabeza muy preparada para ello. Y bueno, también es un reto personal, yo creo que, para uno, ¿no? Entonces, no sé, la vida dirá lo que tenga que ser”. Es decir, no lo descarta, aunque como desvela “no tengo tiempo ni para pensarlo”.
Y el poco tiempo libre que tiene lo dedica a su nieto Hugo, con el que como confiesa disfruta un montón. “Feliz de súper abuela. Veo mucho a mi nieto y le puedo gozar y disfrutar un montón así que viéndole cada pasito que me vuelve” Mira, así se me cae la baba y todo”.
Sin embargo, reconoce que por el momento no le gustaría que su hija Zayra ampliase la familia. “Son jóvenes, tienen un niño de un añito, que ya han pasado los primeros meses de bebé, yo creo que no, que tienen que disfrutar de lo que tienen y disfrutar también de ellos. Ya vendrán, pero no, yo de momento estoy feliz con el que tengo” concluye.