Hoy: 24 de noviembre de 2024
ESTEBAN IBARRA
La Asamblea General de Naciones Unidas designó la fecha del 27 de enero como Día Oficial de Memoria del Holocausto y de Prevención de los Crímenes contra la Humanidad y la Unión Europea como Día Europeo de la Memoria del Holocausto, elegido por ser el día en que fue liberado Auschwitz, el mayor campo de exterminio del régimen nazi que asesino a mas de 6 millones de hombres, mujeres y niños judíos y a varios millones de personas más por sus diferente manifestación de su condición humana, gitanos, discapacitados, homosexuales, enfermos mentales, discapacitados, testigos de Jehová, eslavos, opositores políticos y entre ellos republicanos españoles.
Este año, en los actos de Memoria además del homenaje a todas las víctimas del nazismo, el testimonio de los supervivientes y el recuerdo a las comunidades judías que desaparecieron durante la Shoah (Holocausto), se ha expresado notoriamente la necesidad de luchar contra el Antisemitismo que se extiende planetariamente y la referencia a la masacre terrorista del 7 de octubre.
Incluso recientemente se han concretado recepciones del Rey, del presidente de Gobierno, del presidente del Senado y encuentros con las comunidades judías con familiares de asesinados por el terrorismo de Hamas donde hemos escuchado estremecedores y emocionantes testimonios.
Antes del Holocausto, las comunidades judías eran numerosas en Europa, vivían alrededor de 10 millones de personas. En tan solo cuatro años, dos terceras partes de sus miembros fueron silenciadas para siempre.
Persecuciones, torturas, asesinatos, experimentos sádicos, como evidenció Mengele; y exterminio que también buscó aniquilar la magnífica y vibrante cultura que el pueblo judío había creado en Europa.
Pero no nos equivoquemos, el Holocausto comenzó con la palabra, con libelos de sangre, estigmatizaciones y falsedades, y con lo que hoy denominamos, el discurso de odio antisemita. Discurso que siempre precede a la acción criminal.
Tras la conmoción mundial que produjo el Holocausto, emergió un grito: ¡¡nunca más!!
Y como una premonición, Elie Wiesel, superviviente de Auschwitz y Premio Nobel de la Paz, insistía en recordar, por la seguridad de todos, señalando que “la memoria puede ser nuestra única respuesta, nuestra única esperanza de salvar al mundo del castigo final.”
Y añadía que “sin memoria, el ser humano entra en una soledad de silencio e indiferencia”, sentenciando que “quién no recuerda pierde su humanidad”.
La comunidad internacional creyó que después del Holocausto, el Antisemitismo desaparecería para siempre. Y no ha sido así.
El Antisemitismo es un virus que alberga la negación existencial del pueblo judío. Es la forma más extrema y no reconocida de intolerancia al diferente. Ninguna otra forma albergó en su raíz, un exterminio como el del judío que aún este presente como voluntad de realizarse.
Y no tuvo punto final porque es un virus que muta y mata, y ha incorporado desde 1947, la negación del derecho a existir del Estado de Israel.
Se adaptó a todos los tiempos, a todos los hechos malignos, incorpora y mezcla elementos religiosos, raciales, culturales, identitarios, conspiranoicos, fantasiosos y sobre todo políticos, señalando “al judío” como el origen de los mayores daños a la humanidad.
Durante años, mediante un trabajo organizado de demolición constante, el Antisemitismo negó la realidad del Holocausto o más sutilmente trivializó los hechos que banalizan el mal. Es una estrategia muy meditada por el Antisemitismo.
Israel se constituyó en Estado y fue reconocido por la ONU en 1947. Solo había 54 países, incluso fue anterior al reconocimiento de España. Hoy en la ONU existen 193 países pero solo a uno del planeta se le niega el derecho a su existencia, es el judío de las naciones.
Y la negación de ese derecho a su existencia fue el motivo de sucesivas guerras y ataques hasta el día de hoy, como evidenció el comandante militar, Mathmoud Al- Zahar, el 12 de diciembre de 2022, en la TV de Yemen: «Esto ya no se trata de tierra. No solo Palestina. La totalidad del planeta Tierra quedara bajo nuestro domino; no habrá más judíos, ni cristianos traicioneros.”, situándose más lejos que su propia Carta Fundacional que tiene como objetivos la liquidación de Israel,
Y esto es Antisemitismo. Como así lo suscribió el Gobierno de España, a través de la vicepresidenta, Carmen Calvo, junto a la Unión Europea y 40 países más que pertenecen a la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) desde su fundación en 2013
Esta Alianza denunció la gravedad y la corrupción moral de la Negación y distorsión del Holocausto y señaló el crecimiento del Antisemitismo.
Este se ha ido forjando con un carácter Global, al evolucionar a nivel mundial, integral, institucional y transversal y que vía extremismos quiebra la seguridad y la convivencia, ya sea desde neonazismo, el antisemitismo izquierdista o los integrismos religiosos, donde destaca el yihadismo punta de lanza de estos horrores, mediante la comisión de ataques terroristas en diversos lugares del mundo, ya sea en sinagogas, mercados, escuelas o en las calles de las ciudades.
La Unión Europea y los organismos internacionales no cesan de reclamar que se responda a la ola de Antisemitismo extraordinariamente grave que se desarrolla a nivel mundial. España adoptó un Plan Nacional hace más de un año para implementar la Estrategia europea de lucha contra el Antisemitismo (2023-2030).
Pero se retrasa y necesita actuar con urgencia porque su ineficacia es muy palmaria, quizás, entre otros factores, porque no dispone, como hay en otros planes sociales, ni de presupuesto, ni de autoridad gubernativa, que ejecute y dinamice con rigor el mandato europeo.
También es necesario que las CC.AA. y Ayuntamientos dispongan de sus propios Planes de Lucha contra el Antisemitismo.
El primero es la masacre perpetrada el 7 de octubre por Hamas y organizaciones terroristas antisemitas que proyectan acabar con Israel y que sorprendió con un progromo extremo y sádico, enviando un mensaje de exterminio. Un Crimen de Lesa Humanidad hacia la población israelí, de idéntica matriz antisemita que el Holocausto.
Una masacre organizada, planificada y ejecutada todo lo que les fue posible por una organización terrorista, Hamas con apoyo de la Yihad que perpetró atrocidades nunca vistas,
Sin previa provocación se ejecutó a gran escala, como conocen, con un lanzamiento de 5.000 misiles y una incursión de más de 2.000 terroristas por tierra, mar y aire.
Realizaron una matanza de más de 1.200 personas con más de 6.000 mil heridos, con violaciones, decapitaciones, descuartizamientos, barbaries inimaginables, a la que se suman más 240 secuestros de civiles, incluidos mujeres y ancianos y menores, incluido bebes de menos de un año.
Solo la matanza en el concierto pacifista de música cerca del kibutz Reim, superó los 250 asesinados con cientos de heridos.
Y entre ellos a los españoles Ivan Llarramendi y Maya Villalobos Una acción que no tiene precedentes que da inicio a la guerra Israel-Hamas..
La UNRWA, agencia de la ONU para los refugiados de Palestina, debe aclarar las informaciones que salen sobre sus miembros incriminados en la matanza y pertenecientes a Hamas, porque son muy graves y han llevado a la suspensión de su financiación por parte de EE.UU. y de la mayoría de las democracias occidentales donantes.
No así España, que lo ha incrementado con un apoyo explícito que lo justifica.
Sin embargo a estas alturas, comienza a ser difícil explicar porque tiene que haber una organización diferenciada de la Agencia de la ONU para todos los Refugiados y no estar integrada en la misma, bajo el mismo control financiero y de actividad que todos los demás y proceder de manera efectiva al apoyo al pueblo palestino..
La guerra iniciada por Hamas ha supuesto una enorme desgracia de muerte para la población civil palestina y también para la población civil israelí para cientos de miles de desplazados gazatíes e israelíes.
Y ojala llegue pronto a su fin, pero pretender alcanzar la Paz vía eliminación de la existencia de Israel, es un planteamiento genocida antisemita.
El segundo factor, una ola de Antisemitismo global, nunca vista desde 1945, que arranca con las convocatorias de justificación y apoyo al terrorismo desde el mismo día de la masacre, cuyo objetivo principal es eliminar a Israel y que se acompasa con el grito “Desde el Rio hasta el Mar”, el eslogan de aniquilación que hemos oído en manifestaciones y a los líderes de Hamas, mientras también se llama al Boicot y hostilidad hacia quien se relacione con Israel y se alimenta a través de las redes sociales y otros medios. Ynegar el derecho a existir de Israel es Antisemitismo.
Los mensajes sostenidos por los antisemitas tienen el claro objetivo de deslegitimar la existencia de Israel, aplicar juicios con doble rasero con respecto a cada acción o a cualquier otropaís y demonizarlo para lograr su criminalización absoluta.
Pero ahora hay que añadir 2 terribles prácticas más: la desinformación, incluido el sesgo de las noticias y mentiras desde fuentes alineadas con Hamas y la deshumanización, al presentar a Israel como exterminador de la población civil palestina, en una falsa acusación antisemita.
La vida judía no solo merece ser protegida frente a la intolerancia, el racismo, la xenofobia, el fanatismo y el odio, sino que también debe poder florecer en toda su diversidad con la garantía de la Protección Universal de los Derechos humanos, algo que nunca respetará Hamas. La realidad existente hay que tomársela en serio y el mensaje de Nunca Más, ¡¡es ahora!!
En consecuencia necesitamos verdad, justicia y Memoria de las víctimas del Holocausto, de las Víctimas de la Masacre del 7 de octubre, de las víctimas de los atentados terroristas en las sinagogas, en los mercados, en las ciudades, honrarlos y extender la solidaridad y la conciencia del horror por quienes siguen secuestrados. Todas son víctimas de la ideología del exterminio antisemita.
El deber de Memoria y el compromiso nos incumben a todos.
No podemos ponernos de perfil. Necesitamos determinación política, educación para la Tolerancia, conocimiento de los Derechos Humanos y la aplicación rigurosa de la ley contra el discurso y el delito de odio antisemita.
Son momentos de coraje ético y cívico, de implicación de las instituciones democráticas y de la sociedad. Momentos de un compromiso que no debe esperar, como ya manifestaba Primo Levi, en sus preguntas sobre la implicación cuando señalaba: “¿Quién?, sino tú. ¿Cuándo?, sino ahora. ¿Dónde?, sino aquí”, a las que yo añado dos palabras: ¡¡Haz algo!!