Hoy: 10 de octubre de 2024
El Ministerio de Salud costarricense ha declarado el estado de alerta sanitaria preventiva en la zona caribeña de Costa Rica por el virus del dengue; concretamente en las localidades de Turrialba y en el sur de San José. El objetivo no es otro que disminuir el riesgo de propagación de la enfermedad en la zona.
En la última semana se han notificado 34 casos de dengue en Costa Rica lo que demuestra una clara tendencia al aumento. Por lo que desde el ministerio de Salud recomiendan a la población “revisar periódicamente sus casas, patios y comunidades para eliminar potenciales criaderos del mosquito transmisor del dengue, así como asistir a un servicio de salud en caso de presentar síntomas y no automedicarse”.
Actualmente en el país circulan los serotipos de dengue 1, 2, 3 y 4. Siendo el serotipo 3 importado de México, ya que una paciente visitó el estado de Quintana Roo, según informa Salud. El dengue tiene cuatro serotipos diferentes y si una persona ya infectada por un serotipo se reinfecta con otro serotipo diferente, aumenta el riesgo de que padezca dengue grave y fallezca.
En la última década, el dengue se ha propagado rápidamente en la mayor parte de los países de América Latina y Asia, convirtiéndose en una de las principales causas de hospitalización y muerte en niños y adultos de dichas regiones.
En el caso de América, cerca de 500 millones de personas se encuentran en riesgo de contraer el dengue. Y Costa Rica es uno de los países latinoamericanos que ha registrado un incremento en el número de casos durante el último año.
Según el Ministerio de Salud costarricense, en lo que va de 2022, el país ha registrado 1.546 casos de dengue, un 12 por ciento más que el año pasado, cuando se contabilizaron 1.356 casos.
Por el momento, Canadá y Chile son los únicos países del continente americano que no presentan casos del dengue.
¿Qué es el dengue?
El dengue es una enfermedad vírica transmitida por la picadura de un mosquito infectado por el virus. Provoca síntomas como dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular y en las articulaciones, sarpullidos y dificultad para respirar. No existe tratamiento específico, solo la detección temprana y el acceso a unos servicios médicos adecuados disminuyen la tasa de mortalidad al 1%.