Carlos Alcaraz ya está en su segunda final de Roland Garros. El español superó este viernes al italiano Lorenzo Musetti en una semifinal tan exigente como extraña, que terminó con la retirada del transalpino en el inicio del cuarto set. El marcador final reflejó el esfuerzo: 6-4, 6-7(3), 6-0, 2-0 y abandono. Tras más de dos horas de batalla, el murciano se medirá el domingo (15:00 horas) al ganador del duelo entre Jannik Sinner y Novak Djokovic.
El partido no fue sencillo para Alcaraz. Musetti, sólido y valiente, se llevó el primer set por 6-4, rompiendo en el momento clave. En el segundo parcial, el italiano mantuvo el pulso a base de contrabreaks que neutralizaron los intentos del español de romper el partido. El set se resolvió en el tie-break, donde por fin apareció la mejor versión de Alcaraz, que logró el punto de inflexión necesario para cambiar el rumbo del encuentro.
A partir de ahí, el español fue un vendaval. Encadenó ocho juegos consecutivos, arrasando en el tercer set con un contundente 6-0. Musetti, que ya mostraba claros signos de problemas físicos, apenas pudo seguir el ritmo. Tras ceder su saque en el inicio del cuarto parcial y situarse 0-2, el italiano decidió retirarse tras dos horas y 25 minutos de juego.
Alcaraz mostró un comportamiento ejemplar en el desenlace: apenas celebró el triunfo y despidió en pie y aplaudiendo a un rival que le había exigido al máximo. No era para menos. Durante casi dos horas, el italiano le tuvo contra las cuerdas y obligó al murciano a exprimirse para encontrar la vía hacia la final.
Con este triunfo, Alcaraz sigue firmando números de auténtico extraterrestre en tierra batida: 13 victorias consecutivas en Roland Garros y un balance de 21 triunfos por solo una derrota en la gira 2025 sobre esta superficie. Además, llega a París con títulos previos en Montecarlo y Roma, y una final en Barcelona.
Ahora, el tenista de El Palmar tiene un nuevo reto en el horizonte: conquistar su segundo Roland Garros. El próximo domingo buscará el título ante un rival de altura: Sinner o Djokovic. El espectáculo está garantizado.