El español emula a Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer y Andy Murray, como los únicos tenistas masculinos en los últimos 17 años en jugar las finales de Roland Garros y Wimbledon en una misma temporada
Carlos Alcaraz aseguró este viernes su lugar en la final de Wimbledon tras una impresionante remontada contra el ruso Daniil Medvedev, número cinco del mundo. El tenista español logró vencer con parciales de 6-7(1), 6-3, 6-4, 6-4 en un emocionante duelo que duró casi tres horas.
Alcaraz ha hecho historia en el All England Tennis Club llegando a su segunda final de Wimbledon consecutiva con tan solo 21 años. Además, se trata de la segunda final de Grand Slam consecutiva para el tenista murciano que, por primera vez en su corta carrera, está en disposición de ganar dos grandes la misma temporada. En caso de lograrlo se convertiría en el segundo español con más títulos de esta categoría (4), sólo por detrás de Rafael Nadal (22), igualando a Manolo Santana y Arantxa Sánchez Vicario.
Así, Alcaraz ha emulado a Rafael Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer y Andy Murray, como los únicos tenistas masculinos en los últimos 17 años en jugar las finales de Roland Garros y Wimbledon en una misma temporada. Un hito que ha logrado tras, como ocurriera ante Tommy Paul y Frances Tiafoe, remontar un marcador adverso en el primer set. En esta ocasión, el murciano se sobrepuso a un primer set en el que cayó en el tie break, para acabar llevándose el partido tras tres parciales magistrales.
Entró mal al partido
No tuvo la mejor entrada posible Alcaraz en el partido. Pese a presionar el saque de Medvedev en el primer juego, llegando a tener una opción de rotura, y ganar su primer servicio en blanco, el murciano vio como en el cuarto juego del encuentro el ruso conseguía quebrar su saque en blanco. Un break al que el español respondió inmediatamente rompiendo el servicio del ruso. Sin embargo, su inconsistencia con el saque al inicio de encuentro hizo que no lograra ganar el siguiente turno.
Tres roturas seguidas que no serían las últimas del set, ya que con 5-3 favorable para Medvedev, el tenista español fue capaz de volver a quebrar el saque de su rival y mantener sus opciones de enfundarse la primera manga. Unas opciones que se dilapidaron en un tie break en el que Medvedev fue inmensamente superior y acabó llevándose de manera contundente por un marcador de 7-1.
De menos a más
A pesar de perder la primera manga, las sensaciones de Alcaraz en el partido habían ido de menos a más, siendo cada vez más incisivo en el resto a la vez que creciendo en la fiabilidad de su saque. Y así comenzó el segundo set el murciano, con el objetivo de mantener el nivel y poner la igualada en el marcador lo antes posible.
Especialmente significativa fue la mejora del nivel con el saque de Alcaraz tras el paso por la silla, subiendo de un 63% de puntos ganados con primeros en el primer set al 73% en el segundo. Además, el murciano también redujo a la mitad los errores no forzados.
Así, el segundo set tuvo un claro dominio de Alcaraz, que no cedió ninguna opción de rotura a su rival, y que a la primera oportunidad que tuvo consiguió romper el saque del tenista ruso en el cuarto juego. Sería esta la única opción de break que habría en una segunda manga del encuentro que se adjudicó el tenista murciano por 6-3 en 36 minutos de juego.
Y si bueno fue el desempeño de Alcaraz en el segundo set, mejor sería aún su tercera manga. El pupilo de Juan Carlos Ferrero fue capaz de elevar aún más su nivel con el saque, perdiendo tan sólo cinco de los 25 puntos que disputó al servicio. Además, fue aún más fiable en su juego reduciendo los errores no forzados hasta únicamente siete, por los 14 golpes ganadores logrados. Un juego notable que sirvió al español para colocarse por delante en el marcador por primera vez en el encuentro.
Gana la tercera manga
Todo tras llevarse una tercera manga en 41 minutos de juego por un tanteo de 6-4. Por segundo set consecutivo, Alcaraz volvió a aprovechar la primera oportunidad de rotura que tuvo para, en el tercer juego, colocarse un break arriba. Una ventaja que no desaprovecharía y que incluso, en el cuarto turno de saque del ruso, pudo incrementarla, pero Medvedev salvó el punto de rotura. Lo que no salvaría sería que el set acabara cayendo para el español.
Algo más complejo sería cerrar el partido en el cuarto set para el español pese a comenzarlo de la mejor manera, rompiendo en el primer juego el saque del ruso. Un break al que respondió Medvedev con un contrabreak, una reacción que no tendría tras la segunda rotura de Alcaraz en la manga en el séptimo juego. Ahí, el número tres del mundo puso la directa a la final de Wimbledon para acabar cerrando el set y el encuentro por 6-4 en el primer punto de partido que disfrutaba.
El tenista de El Palmar se enfrentará en la que será su segunda final de Wimbledon al ganador de la segunda semifinal que enfrenta al serbio Novak Djokovic y al italiano Lorenzo Musetti. En caso de que Djokovic accediera al partido por el título, se repetiría final por segundo año consecutivo, algo que no ocurre desde 2015.