La técnica de la ‘Crioanalgésia’, eficaz en la reducción del dolor en los pacientes sometidos a cirugía

Al tener el esternón hundido hacia dentro de la cavidad torácica, se produce una compresión de los pulmones y en especial del corazón

La Gerencia de Atención Integrada de Albacete, adscrita al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha integrado la técnica de la crioanalgesia. Un equipo conformado por anestesistas y cirujanos pediátricos ha liderado la adopción de este procedimiento, el cual se ha demostrado eficaz en la reducción del dolor y el tiempo de hospitalización de pacientes sometidos a cirugía por pectus excavatum, según lo comunicado por la Junta a través de un comunicado de prensa.

Este nuevo procedimiento, destinado a reducir las molestias y el dolor, consiste en congelar los nervios intercostales de manera temporal. Una acción que se realiza con control ecográfico, de manera previa a la cirugía y con la que disminuir el dolor tan intenso que se produce después de la intervención quirúrgica. Y han precisado los profesionales que con ello “se consigue que el paciente esté más confortable y, además, se reduce mucho el tiempo de estancia hospitalaria”.

El equipo de trabajo de anestesistas y cirujanos pediátricos persigue con la crioanalgesia “mejorar el confort y dar mejores garantías de éxito en este tipo de cirugías”. La técnica tiene numerosas indicaciones para el tratamiento del dolor crónico y se incorporará de forma progresiva a la cartera de servicios de la Unidad del Dolor.

Los profesionales han agradecido la colaboración de la anestesista Mercedes Alonso Prieto y del cirujano pediátrico Carlos de la Torre, del Hospital Materno-Infantil de La Paz de Madrid, que se trasladaron hasta el Hospital General Universitario de Albacete para ayudar en la instrucción del nuevo procedimiento durante las primeras intervenciones.

Tratamiento del Pectus Excavatum

La afección elegida para introducir esta técnica analgésica ha sido el pectus excavatum, una deformidad con la que se nace, en la que el esternón se encuentra hundido en el tórax, según han expuesto los profesionales sanitarios.

Al tener el esternón hundido hacia dentro de la cavidad torácica, se produce una compresión de los pulmones y en especial del corazón. Clínicamente, han señalado, puede producir síntomas por alteraciones pulmonares y cardíacas, pero lo normal es que estos pacientes cursen de manera asintomática.

Así, a esta nueva técnica de la Crioanalgesia, ideada para reducir la severidad del dolor postoperatorio y el consumo de analgésicos, se suma la introducción de un nuevo aparato, denominado elevador esternal, con el que se consigue elevar el esternón durante la cirugía, con lo que se aumenta el espacio que hay entre el corazón y el esternón disminuyendo así el riesgo de lesión.

Innovación en tratamiento y colaboración médica

El grupo de trabajo, que ya ha realizado en cuatro ocasiones cirugías de pectus excavatum con la utilización de la técnica de la Crioanalgesia y el elevador esternal, lo integran el jefe de Sección de la Unidad del Dolor del Servicio de Reanimación y Anestesia, el doctor Martín Arcas; la doctora especialista en Cirugía Pediátrica, Tania Moratalla; y la doctora María Victoria Rubio, anestesista que se ha encargado, además, de la realización del protocolo de Crioanalgesia y tratamiento del dolor. Una iniciativa en la que han contado con la colaboración de las jefaturas de los servicios de Reanimación y Anestesia y Cirugía Pediátrica.

El tratamiento de los pacientes con esta patología, en casos leves, puede realizarse con tratamiento ortopédico y en los casos más graves, mediante el tratamiento quirúrgico, que consiste en colocar unas barras debajo del esternón para levantarlo. La edad óptima para tratarlo es alrededor de la adolescencia, ya que el tórax es bastante maduro, pero todavía elástico para poder moldearlo.

“El tratamiento quirúrgico, al tener que elevar el esternón, es una cirugía muy dolorosa que normalmente precisa varios días de ingreso en Reanimación y más de una semana de ingreso para control del dolor. Además, existe el riesgo de lesión cardíaca al tener que introducir una barra por debajo de un esternón que está hundido y muy pegado al corazón”, ha indicado el equipo impulsor.