Una investigación de la Guardia Civil ha terminado con la detención en Girona del responsable de un canal de mensajería donde se difundían vídeos de agresiones entre menores, una práctica conocida como happy slapping. El canal, con acceso restringido, acumulaba más de 164.000 seguidores.
La operación, liderada por la Fiscalía de Criminalidad Informática, incluyó la infiltración de un agente encubierto en el entorno digital del grupo. Gracias a técnicas OSINT, los investigadores lograron identificar y verificar el tipo de contenido compartido, que incluía agresiones físicas grabadas con el único fin de viralizarse.
El caso se destapó tras la denuncia de una mujer cuya hija fue agredida en Sevilla. El vídeo del ataque apareció en el canal intervenido. Esa grabación sirvió como prueba clave para desencadenar la operación policial.
Durante el registro domiciliario del detenido, los agentes incautaron varios dispositivos electrónicos. El Juzgado de Instrucción Nº 2 de Sanlúcar la Mayor ha ordenado el cierre definitivo del canal, mientras el detenido está siendo investigado por delitos de lesiones y contra la integridad moral.
La Guardia Civil recuerda que compartir imágenes humillantes o violentas, especialmente si involucran a menores, es delito. Ante cualquier sospecha, instan a recopilar pruebas digitales y acudir de inmediato a denunciar los hechos.