El jefe del Estado Mayor de la Defensa alerta de la extensión de Rusia en el continente africano tras la entrada de sus tropas en el Sahel.
España ha lanzado un aviso a la OTAN para que no olvide el desafío proveniente de África, donde la expansión de Rusia es cada vez mayor y el terrorismo yihadista gana más terreno día a día.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante general Teodoro López Calderón, han incidido en poner el foco de atención en Sahel durante su intervención en la 68ª Asamblea Parlamentaria de la OTAN, que se celebra en Madrid.
Cabe recordar que el pasado mes de junio, España hizo fuerza en la Cumbre de la OTAN para conseguir que la importancia del flanco sur de la Alianza Atlántica se viera reflejada en el Concepto Estratégico que recogió la necesidad de ofrecer una visión de seguridad y defensa de “360 grados”.
El campo perfecto de extensión para Putin
El alto mando militar español, Teodoro López Calderón, ha incidido en que África se ha convertido en una “competición geoestratégica”. Y ha alertado que Rusia, además de apoderarse del control de la explotación de los recursos naturales del continente “sin el menor respeto a los derechos humanos”, ha incrementado su influencia en el mismo; lo cual ha supuesto una “desestabilización preocupante” que refuerza los “golpes de Estado” a los que están sucumbiendo los países africanos. Todo ello sumado a la “expansión del terrorismo” y al incremento de actividades delictivas, como el “tráfico de personas o de armas“.
Por su parte, la ministra de Defensa ha advertido de que Rusia “está encontrando un perfecto campo de extensión” en África, ya sea a través de su ejército o mediante Wagner, organización rusa paramilitar privada. “Cualquier vacío que deje Europa o la OTAN en África está siendo aprovechado por Rusia”, ha avisado.
Este llamamiento del Gobierno a la OTAN coincide con el repliegue de la misión militar de la Unión Europea en Malí, la cual se encuentra “suspendida” desde hace meses y reducirá su presencia a un máximo de 300 militares antes de concluya el año.
Hasta la fecha, España sigue defendiendo la necesidad de mantener la presencia militar en Malí (situado en África Occidental) y en la actualidad conserva un despliegue de 360 efectivos -el más grande de la misión-, pese a que otros países anuncian la retirada de sus tropas de mantenimiento de la paz.