El exsecretario de Organización del PSOE alega desconocer los detalles del acuerdo en Baleares
El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, destaca las diferencias sustanciales entre los contratos de suministro de mascarillas gestionados por su antiguo departamento y aquellos firmados por el gobierno autonómico de Baleares durante el mandato de la socialista Francina Armengol. Según Ábalos, los contratos en la comunidad balear fueron el resultado de una “estafa” perpetrada por la empresa proveedora, lo que derivó en un “quebranto de las arcas públicas”.
Las críticas han señalado a la actual presidenta del Congreso de los Diputados, Armengol, debido a que, durante su mandato como presidenta autonómica, ella misma firmó contratos con la empresa investigada en el ‘caso Koldo’ por un valor cercano a los 4 millones de euros en material sanitario.
La presunta trama de corrupción relacionada con sobornos en contratos de material anticovid, vinculada al asesor de Ábalos, Koldo García Izaguirre, suministró mascarillas de menor calidad que las acordadas por el gobierno balear.
Contratos de mascarillas y la diferencia con baleares
Ábalos sostiene que, según un informe preliminar del Tribunal de Cuentas sobre los contratos en su ministerio, no hubo un detrimento para las arcas públicas, ya que, en caso de algún enriquecimiento ilícito, este se habría producido a expensas de comisiones y no de fondos públicos.
Cuando se le interpela acerca del caso de Baleares, donde la administración adquirió un millón y medio de mascarillas FFP2 y recibió productos de calidad inferior, Ábalos afirma categóricamente: “Eso es estafa”, subrayando que en su ministerio “eso no sucedió”.
El exsecretario de Organización del PSOE alega desconocer los detalles del contrato en Baleares, pero enfatiza que si se entregaron mascarillas “falsas”, situación que también se dio en el Ayuntamiento de Madrid según sus afirmaciones, entonces “ahí sí que hay un detrimento para las arcas públicas”.
En la misma línea, Ábalos reitera que no se le puede responsabilizar por ello y sostiene que el precio que se pagó fue “económico”, considerando las condiciones del mercado en ese momento de escasez.