Hoy: 22 de noviembre de 2024
Persiste la tensión política en Estados Unidos. Este viernes el Departamento de Justicia del Gobierno de Estados Unidos ha pedido a los jueces que publiquen la orden de registro de la casa de Donald Trump en Mar-a-Lago (Florida). La solicitud obedece a un órdago que el ex presidente lanzó a la Justicia, por el que “animaba” a la publicación “inmediata” de la autorización.
Según informa en exclusiva el diario estadounidense The Washington Post, el registro habría estado centrado en la búsqueda de documentos relacionados con armamento nuclear, si bien no se especifica si dichas armas estarían en posesión de la Casa Blanca o, en caso contrario, pertenecerían a un país extranjero.
La revelación se produjo apenas unas horas después de que el fiscal general, Merrick Garland, se pronunciase repentinamente ante los medios para admitir que había sido él quien había autorizado el registro a la residencia de Trump. Asimismo, también comunicó a la prensa que el Departamento de Justicia haría pública dicha autorización en los próximos días.
Los abogados de Trump contaban con una copia de la orden de registro efectuada el pasado martes. Sin embargo, no han dado el paso para hacerla pública y, en su lugar, han instado al Departamento de Justicia a que lo hiciera. Fuentes citadas por el Post aventuran que los letrados aún están estudiando los cauces legales necesarios para que la concurrencia del documento discurra sin complicaciones.
Todo comenzó cuando Trump anunció el pasado martes en un comunicado difundido a través de Twitter que varios agentes del FBI habían “allanado” su residencia particular en Palm Beach (Florida) en busca de documentos clasificados presuntamente sustraídos de la Casa Blanca durante la estancia del magnate en el despacho oval.
“No solo son tiempos oscuros para Estados Unidos, también para mi preciosa casa”, comenzaba el comunicado. “Mi casa se encuentra bajo acoso, víctima de una redada. Esto no le había pasado nunca a un presidente de los Estados Unidos”, denunció.
Trump aseguró que “después de hablar con varias fuentes gubernamentales”, se concluyó que el registro era “inapropiado e innecesario” y lo achacó a “politización de la Justicia y a un ataque de demócratas radicales” que pretendían evitar que se presente a las elecciones generales de 2024.
El empresario afirmó que los agentes también inspeccionaron su caja fuerte. “¿Cuál es la diferencia entre esto y el Watergate? Que en el Watergate, los republicanos entraron en la sede del Partido Demócrata. Ahora los demócratas, en represalia, han irrumpido en la vivienda del cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos”, zanjó.
La versión del FBI, que se ha pronunciado en calidad de fuente anónima, sostiene que el allanamiento de morada forma parte de una investigación a largo plazo que tratará de determinar si Trump requisó algunos documentos clasificados de la sala presidencial y los guardó bajo llave en su club de golf o en su residencia particular en lugar de enviarlos a los Archivos Nacionales.
De ser así, el republicano estaría incurriendo en un delito de violación del código presidencial, que obliga a la preservación de cartas, notas, faxes y otros textos oficiales. El allanamiento de morada de un antiguo cargo presidencial es muy inusual y requiere de la aprobación de los pesos pesados del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Desde la agencia de investigación criminal, aseguran que el registro está “jurídicamente autorizado” y está motivado por un “potencial mal manejo de documentos clasificados”.