Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos acusa a Israel y a Hamás de cometer acciones que podrían ser crímenes de guerra y pide el cese inmediato de la violencia en busca de una alternativa a la carnicería.
Desde el inicio de la ofensiva israelí como respuesta a los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre, “ningún sitio es seguro” en Gaza, por lo que la portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, ha criticado que el Ejército de Israel haya pedido a la población gazatí que abandone ciertas zonas al tiempo que mantiene un férreo bloqueo que impide no sólo la entrada de suministros en la Franja sino también la huída de la población.
Advierte que el traslado forzoso de ciudadanos constituye un crimen de guerra, al igual que los bombardeos indiscriminados en áreas densamente pobladas o instalaciones protegidas, y la imposición de un “castigo colectivo” a la población que ya sufre una “catástrofe humanitaria” sin acceso a comida, electricidad, combustible y agua.
“La falta de combustible lleva al cierre de hospitales y panaderías. La gente termina en refugios en condiciones cada vez más duras, saturados, sin apenas saneamiento y bebiendo agua en mal estado, lo que acerca el fantasma de que haya brotes de enfermedades”, ha señalado este viernes la portavoz.
Shamdasani ha pedido además el fin del lanzamiento de “ataques indiscriminados” contra territorio israelí, al tiempo que ha reclamado la liberación “inmediata e incondicional” de todos los civiles secuestrados por Hamás. “La toma de rehenes también es un crimen de guerra”, ha remachado.
El Alto Comisionado, Volker Turk, aboga por trabajar en favor de la paz, para lo cual es necesario un cese inmediato de los combates que requiere que “todos aquellos actores con influencia negocien”.