Hoy: 22 de noviembre de 2024
Como si estuviéramos en verano, muchas playas españolas se han abarrotado este fin de semana. Aunque la temporada empieza en junio, las costas se han llenado de turistas en estos primeros días de mayo. La malagueña Fuengirola es un buen ejemplo de esta realidad anormal a estas alturas del año.
Como indica un estudio de la organización World Weather Attribution (WWA), el cambio climático es el único culpable del aumento considerable de temperaturas en abril. “El evento de ola de calor de tres días” ocurrió entre el 26 y el 28 de abril en la mitad sur de la península Ibérica, el norte de Marruecos y el oeste de Argelia. La conclusión del estudio es que el calentamiento global ha hecho que ese episodio récord fuera 100 veces más probable como mínimo. Sobre todo, por influencia del ser humano.
En principio, se espera que en mayo se den temperaturas máximas en torno a los 25ºC y mínimas alrededor de los 12ºC. Y la mayoría de los expertos apuntan a que habrá escasez de lluvias.
Es muy difícil que este año se cumpla el dicho ” cuando marzo mayea, mayo marcea”. La primera parte del refrán se ha dado, mientras la segunda es altamente improbable que ocurra.
El año pasado, se vivió el mayo más cálido del siglo XXI, solo por detrás de la de 1964, desde que hay registros. Se dio una temperatura media peninsular de 18,1 °C, un valor de 3,0 °C por encima de la media de este mes, si se mide como referencia el periodo 1981-2010. Y fue el más seco después de 2015 desde el comienzo de la serie. En 2023, no parece que la situación vaya a cambiar mucho.