Hoy: 22 de noviembre de 2024
El teatro Circo Atanasio Díe Marín de Orihuela fue el escenario elegido para llevar a cabo la solemne ceremonia, y nada más aparecer el cantautor -escoltado por la alcaldesa, Carolina Gracia y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, entre otros-, los asistentes se pusieron en pie mientras el recinto sucumbía a una oleada de aplausos que duraron más de un minuto.
El nexo entre Joan Manuel Serrat y Miguel Hernández ha sido el eje central de la ceremonia; pues gracias a los poemas de Hernández, el periplo universitario de Serrat estuvo repleto de “ventanas y puertas abiertas por las que entraba aire fresco que ventilaba las aulas del tenebroso aire de la dictadura“. Un descubrimiento, el de las poesías, que se convirtió en su “compañera de viaje”. Y es que el cantautor ha asegurado que los poemas de Miguel Hernández “huelen a canción”.
Durante su intervención “desde su pueblo y el mío (Orihuela)“ Serrat ha querido rendir “un fraternal homenaje al niño cabrero, al amigo desgajado, al amante exiliado, al padre huérfano, a la víctima de las cárceles de la dictadura, a aquel hombre que cada vez que colgaba sus sueños al sol la vida le dejaba carbón. Pero por encima de todas las cosas, a aquel hombre que amó la poesía y fue un poeta que amó la libertad y la vida”, ha afirmado el cantautor catalán para finalizar su discurso con una sentida proclama: “Que el porvenir mantenga fresca la memoria y nos libre de todos aquellos que asesinan a los poetas y a la poesía”. Y de nuevo los asistentes se pusieron de pie entre vítores y aplausos.
Por su parte, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha descrito las biografías de Serrat y Hernández como dos vidas paralelas. “A Miguel la vida le hizo poeta; el poeta que cantaba al amor, alejado del amor; el poeta que defendía la libertad, aislado entre rejas; el poeta que defendía la justicia, víctima de la sinrazón. Y a Joan Manuel la vida le hizo cantar ‘sangrar, luchar, pervivir’ por el valor de la memoria y la dignidad”. En definitiva, la obra de Serrat aúna “el corazón de Miguel y la voz de Joan Manuel”.
La alcaldesa, Carolina Gracia ha agradecido a Serrat que pusiese la obra del poeta oriolano al alcance de todos: “¡Tenías que ser tú! Tú que durante toda tu carrera has hecho la vida más amable y más intensa. ¡Bendita la hora en que decidiste que su obra merecía ser cantada!”.
En este sentido, la representante del colectivo de ciudadanos impulsores de la iniciativa del nombramiento de Joan Manuel Serrat como Hijo Adoptivo, Ana Gómez Pardo, se ha dirigido al cantautor para expresarle que “recordar a Miguel Hernández era un deber de amor, y amor con amor se paga”.
Finalmente Joan Manuel Serrat recibió una placa conmemorativa y puso su rúbrica en el libro de honor agradecido por el “gesto fraternal y generoso” que ha brindado Orihuela a “un hombre mayor necesitado de querer y ser querido”, ha confesado.
Como colofón al acto ha sonado ‘Para la libertad’ y, pese a que no estaba previsto que cantara, Serrat no ha dudado en levantarse de su asiento para acompañar al público cantando: “No iba a cantar todo el mundo y yo no”, espetaría a los medios de comunicación a su salida del recinto.
Un nombramiento, el de Joan Manuel Serrat, repleto de memoria y reconocimiento a Miguel Hernández, el poeta del pueblo obrero al que el cantautor se encargó de dar visibilidad universal.
He conocido a Miguel gracias a Serrat en la niñez, he llorado las nanas de la cebolla y también con la Elegía he reclamado a mis muertos amados… amigos…
He nombrado a mi primogénito Miguel con el designio de la belleza poética y fuerte del Arcángel, de Hernández
Que Orihuela nombre “hijo” a Serrat, no es más que un merecimiento. Sin más!