¿Qué le hace la menopausia al cuerpo?

18 de diciembre de 2025
4 minutos de lectura
Mujer con menopausia

Gran parte del cerebro es sensible a las variaciones del estrógeno, lo que explica por qué muchos síntomas de la menopausia se originan allí

La menopausia se le conoce sobre todo por provocar sofocos, pero sus efectos van mucho más allá. También puede causar sequedad bucal, palpitaciones, infecciones urinarias recurrentes y muchos otros síntomas menos visibles. En total, se conocen más de dos docenas de manifestaciones asociadas a la menopausia y a la perimenopausia, el periodo previo e inmediatamente posterior al último ciclo menstrual.

Según el Diario de Chihuahua, la variedad de síntomas se debe a que los ovarios reducen progresivamente la producción de estrógeno y progesterona. Estas hormonas sexuales han desempeñado un papel clave en numerosos procesos fisiológicos desde la pubertad. El estrógeno es especialmente importante. A medida que disminuye, los tejidos de distintas partes del cuerpo tienden a secarse, la densidad ósea se reduce y el organismo experimenta múltiples cambios.

Asimismo, los efectos directos de la caída hormonal, como los sofocos, suelen ir acompañados de otros problemas, entre ellos alteraciones del sueño y cambios en la salud cardiovascular y cognitiva. Es probable que también intervengan otros mecanismos que todavía no se comprenden por completo.

Cerebro

Gran parte del cerebro es sensible a las variaciones del estrógeno, lo que explica por qué muchos síntomas de la menopausia se originan allí. Los sofocos, por ejemplo, se producen porque el estrógeno ayuda a regular las neuronas del hipotálamo, la región que controla la temperatura corporal. Cuando los niveles hormonales fluctúan y finalmente descienden, estas neuronas pueden reaccionar de forma exagerada.

Además, los sofocos suelen alterar el sueño. El insomnio, a su vez, puede afectar la atención y el procesamiento cognitivo, lo que se traduce en la conocida “niebla mental”. Incluso sin problemas de sueño, la perimenopausia se asocia a cambios en la memoria, especialmente en el aprendizaje y el recuerdo de información verbal.

Los cambios de humor, como la ansiedad, depresión e irritabilidad, también son frecuentes. Dormir mal puede influir, pero se necesitan más estudios para comprender cómo los sofocos y la interacción del estrógeno y la progesterona con los neurotransmisores afectan a las emociones.

Boca y garganta

Favorece el estrógeno la humedad en varias zonas del cuerpo, incluida la boca. Su disminución puede provocar sequedad bucal, alterar el sentido del gusto y afectar la salud bucodental. También puede cambiar la voz; la reducción de estrógeno influye en la hidratación y el tono muscular de la laringe, lo que puede hacer que la voz se vuelva más grave o ronca.

Durante la perimenopausia, muchas mujeres aumentan de peso y pierden masa muscular. La acumulación de grasa en el cuello, la pérdida de tono en la lengua y la disminución de los receptores de estrógeno en la epiglotis elevan el riesgo de apnea del sueño.

Corazón

Antes de la menopausia, las mujeres suelen tener menor riesgo de enfermedad cardíaca que los hombres. Esta ventaja comienza a desaparecer durante la perimenopausia. El estrógeno ayuda a mantener el colesterol bajo control, previene la formación de placas y mantiene las arterias más flexibles.

Con su descenso, aumentan el colesterol y la presión arterial, las arterias se endurecen y crece el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular. Tras la menopausia, el riesgo cardiovascular femenino se aproxima al masculino.

Aunque las fluctuaciones hormonales también pueden causar palpitaciones, una sensación de latidos rápidos o irregulares. Aunque conviene evaluarlas, no siempre indican un problema grave. Algunos dolores de cabeza pueden estar relacionados con cambios en los vasos sanguíneos, que pierden elasticidad y alteran el flujo sanguíneo.

Metabolismo

Se asocia la menopausia con una redistribución del peso corporal. Es habitual que la grasa se concentre más en el abdomen y menos en caderas y muslos. También es común un aumento moderado de peso, generalmente de entre dos y cuatro kilos, atribuible directamente a la transición menopáusica.

Intervienen múltiples factores; algunos están relacionados con la caída del estrógeno. Otros se vinculan al insomnio, que puede aumentar el apetito, y al incremento de la resistencia a la insulina, otro cambio frecuente en esta etapa.

Genitales y tracto urinario

Además, los cambios hormonales y vasculares afectan de forma notable a los órganos reproductores y las zonas cercanas. La sequedad vaginal es uno de los síntomas más característicos, ya que el estrógeno es esencial para la hidratación de los tejidos. La menor lubricación puede causar dolor durante las relaciones sexuales y molestias en actividades cotidianas.

La disminución de estrógenos también suele reducir la libido y dificultar el orgasmo. Esto puede deberse al dolor, a la reducción del flujo sanguíneo al clítoris y a la caída de la testosterona. El debilitamiento de los músculos del suelo pélvico también influye en la intensidad del orgasmo.

Además, el tejido vaginal cambia. Se vuelve menos ácido, pierde células que favorecen la humedad y disminuyen las bacterias beneficiosas, como los lactobacilos. Estas alteraciones facilitan la proliferación de bacterias dañinas y aumentan el riesgo de infecciones urinarias recurrentes, pérdidas de orina y micción frecuente.

Huesos y músculos

El estrógeno desempeña un papel fundamental en el equilibrio entre la formación y la destrucción del tejido óseo. Con su descenso, la pérdida ósea supera a la regeneración, lo que reduce la densidad ósea. Algunas mujeres pueden perder hasta un 15% o más.

Además, el dolor articular y muscular también es frecuente. Aunque no se comprende del todo su causa, podría estar relacionado con la pérdida de humedad y elasticidad en tejidos conectivos como los tendones.

No todas las mujeres experimentan estos síntomas, y muchos pueden tener otras causas. La sequedad bucal puede deberse a medicamentos, el dolor articular puede estar relacionado con artritis; y el envejecimiento en sí mismo provoca múltiples cambios.

Incluso para los médicos, no siempre es fácil determinar si un síntoma concreto está vinculado a la menopausia. Sin embargo, en muchos casos sí lo está. Algunos síntomas desaparecen cuando el cuerpo se adapta a niveles más bajos de estrógeno. Mientras que otros pueden persistir.

Para muchas mujeres, la terapia hormonal sistémica puede aliviar de forma segura una amplia gama de síntomas. Los tratamientos con estrógeno local pueden mejorar los problemas urinarios y sexuales. Además, las opciones no hormonales están aumentando gracias a la aparición de nuevos fármacos.

No olvides...

¿Por qué el esperma danés domina el mercado de las donaciones?

En cada eyaculación hay decenas de millones de espermatozoides, y basta uno para fecundar un óvulo…

La diabetes eleva un 73% el riesgo de sufrir un infarto de miocardio

El riesgo de padecer un ictus aumenta un 54%, mientras que la probabilidad de desarrollar insuficiencia cardíaca se incrementa hasta…
Aumenta al 21,2% la población que ha necesitado atención por problemas de salud mental

Aumenta al 21,2% la población que ha necesitado atención por problemas de salud mental

El 56,4% de quienes acudieron a la sanidad pública detallan que la atención recibida fue "muy buena" o "buena"…

¿Es normal tener siempre las manos y los pies fríos? Esto es lo que puede indicar

En la mayoría de estos casos, se trata de una cuestión fisiológica y no de una enfermedad…