La infertilidad masculina está presente en al menos el 50% de los casos de parejas que buscan concebir en México, pero los estigmas y la desinformación siguen retrasando el acceso de los hombres a atención médica especializada. La doctora Lourdes Flores, directora médica de Red Crea Fertilidad, destaca que muchas falsas creencias asocian la virilidad con la capacidad reproductiva, lo que aleja a los pacientes de los consultorios y obstaculiza diagnósticos oportunos.
Entre los principales mitos están la idea de que un cuerpo atlético garantiza la fertilidad, que la cantidad de semen refleja la calidad espermática o que haber sido padre previamente asegura una buena salud reproductiva. También persiste la creencia errónea de que la fertilidad está ligada a la masculinidad, cuando en realidad es un tema médico que puede verse afectado por infecciones, hábitos y factores biológicos.
A estos mitos se suman obstáculos culturales que dificultan la detección. Persisten estereotipos que atribuyen la infertilidad únicamente a las mujeres, lo que hace que ellas enfrenten la mayor carga emocional y médica. Muchos hombres, por temor al juicio social, permanecen en silencio y evitan someterse a estudios, retrasando tratamientos que podrían ser efectivos si se atienden a tiempo.
La desinformación también juega un papel relevante, pues se ignora que factores como la obesidad, el tabaquismo o la exposición al calor pueden deteriorar la calidad del esperma. Ante este panorama, especialistas insisten en que la infertilidad debe abordarse como un asunto compartido y que la evaluación masculina es fundamental para evitar tratamientos innecesarios y desgaste emocional en las parejas.
La ciencia ofrece diversas herramientas para diagnosticar la infertilidad masculina, como el espermatograma, principal prueba para evaluar la calidad del semen; el examen físico, que detecta anomalías hormonales o anatómicas; el perfil hormonal, que mide niveles clave como la testosterona; y, en casos complejos, la biopsia testicular. Superar los prejuicios y asumir la fertilidad como un tema de salud permitirá que más hombres accedan a soluciones reales para formar una familia.