El PSOE atraviesa una crisis interna tras hacerse público el retraso de cuatro meses en responder a las denuncias anónimas presentadas contra el exdirigente socialista y exalto cargo del Gobierno, Francisco Salazar. El partido reconoce que tardar desde julio hasta esta semana en contactar con las denunciantes ha sido un “error” que debe ser corregido con urgencia.
Fuentes socialistas insisten en que no hubo intención de ocultar el caso ni de restar credibilidad a los testimonios, pero admiten que la gestión ha sido deficiente. La falta de comunicación con las víctimas ha generado un perjuicio reputacional que el partido considera necesario enmendar cuanto antes.
El PSOE recuerda que Salazar fue apartado inmediatamente en julio, tras los primeros testimonios de mujeres jóvenes a su cargo que describían comportamientos inapropiados durante su labor como asesor en Moncloa. En ese momento, el político ocupaba el cargo de secretario de Coordinación Institucional y formaba parte de la Ejecutiva Federal como secretario de Análisis y Acción Electoral.
El caso estalló cuando Salazar estaba a punto de ser promocionado para cubrir la vacante de Santos Cerdán. Ese mismo mes llegaron dos denuncias anónimas a la comisión Antiacoso del partido, pero no se estableció contacto con las denunciantes y, además, el expediente llegó a desaparecer temporalmente de la plataforma interna donde se gestionan estos procesos.
Desde el PSOE aseguran que el expediente nunca se borró, que seguirá la investigación incluso después de que Salazar se diera de baja como militante, y que la única vía para superar la crisis es asumir errores, ofrecer explicaciones claras y demostrar que se están tomando medidas reales para apoyar a las víctimas y corregir la situación.