El Rey Felipe VI ha lanzado un mensaje de alerta sobre la desafección hacia los valores fundamentales de la convivencia. Durante su discurso en la apertura del curso universitario en la Universitat de València, habló de una “deriva peligrosa” que, a lo largo de la historia del siglo XX, dejó ejemplos que no deben repetirse.
Felipe VI destacó el papel de las universidades como espacios críticos. “No dejáis que la sociedad se acomode en el dogma”, dijo. Las instituciones académicas, señaló, son un contrapunto frente a la resignación y la parálisis. Las universidades promueven preguntas, pensamiento crítico y rechazan cualquier forma de radicalidad o intolerancia. Una universidad activa, subrayó, es sinónimo de una sociedad saludable.
El Rey elogió la Universitat de València por su capacidad de unir pasado y futuro. Recordó los estudios generales históricos y celebró la implantación de nuevas tecnologías, la investigación en I+D+i y los programas de inserción laboral e inclusión social. Para Felipe VI, la universidad no solo forma profesionales, sino también ciudadanos capaces de participar activamente en la sociedad.
Además, señaló cómo proyectos universitarios recientes, como “Salvem les fotos”, ayudan a preservar la memoria colectiva tras catástrofes. “Es la universidad como crisol de ciudadanía y la ciudadanía como savia de la universidad”, afirmó, destacando su papel central en el corazón de la ciudad, según Europa Press.
El monarca insistió en que la universidad amplía las fronteras del saber y debe conectar el conocimiento con la vida real. Citó tres ámbitos donde esta relación se hace evidente. Primero, la tecnología y las redes sociales, que pueden distorsionar la realidad si no se acompañan de pensamiento crítico. Segundo, la coyuntura global, con democracias que muestran signos de desafección hacia valores de convivencia. Y tercero, la economía y la sociedad, donde la universidad ofrece soluciones a problemas como la transición digital, la emergencia climática y la mejora de servicios públicos.
Felipe VI también ensalzó programas internacionales como Erasmus, que construyen identidad europea y fomentan la ciudadanía. “Participamos de una realidad más grande que cualquiera de nosotros”, dijo, defendiendo el valor de la cooperación internacional.
El Rey cerró su intervención recordando que las universidades son motores de progreso y cohesión social. Animó a estudiantes, docentes y personal a seguir trabajando por un mundo más justo, abierto y libre. “Tenemos razones para estar orgullosos de nuestras universidades; tantas como razones para cuidarlas”, concluyó.
La elección de la Universitat de València para la apertura del curso, coincidiendo con su 525 aniversario, refleja su historia y su papel en la educación y la investigación española. Esta visita fue un homenaje a su contribución pasada y una apuesta por su papel futuro en la sociedad.