El Rey Felipe VI ha lanzado un mensaje claro sobre lo que, según él, es el verdadero periodismo. No se trata de buscar aplausos ni ‘likes’. Tampoco de generar titulares llamativos que se pierden en la vorágine informativa. Para el monarca, el buen periodismo va más allá. Pregunta, escucha, cuenta, y lo hace con rigor y empatía.
Durante la entrega de la XLII edición del Premio de Periodismo ‘Francisco Cerecedo’, celebrada en Madrid, Felipe VI recordó la importancia de mantener la vigencia del periodismo comprometido. En tiempos donde la información circula de manera instantánea y la desinformación se cuela fácilmente, el periodismo sigue siendo una herramienta de compromiso. Un compromiso con la verdad, con las personas y con la memoria. Es la manera de evitar la indiferencia y proteger la veracidad de los hechos.
El Rey subrayó que el periodismo no solo informa. Ayuda a comprender. Da contexto y perspectiva. Humaniza las cifras y convierte el dolor ajeno en conciencia compartida. No se conforma con lo superficial ni con la viralidad momentánea. Su función es ir más allá, descubrir lo que hay detrás de la noticia y ponerlo al alcance de todos, según Europa Press.
En su intervención, Felipe VI felicitó al galardonado Fran Sevilla, reconociéndolo como “un periodista excepcional”. Destacó su capacidad de situarse siempre detrás de la noticia, sin convertirse en protagonista. Esta actitud, según el monarca, refleja la esencia del buen periodismo: discreto, honesto y comprometido.
El Rey aprovechó para enfatizar que este tipo de periodismo es más necesario que nunca. Vivimos en un mundo donde la rapidez parece primar sobre la veracidad. Sin embargo, contar los hechos con respeto y rigor sigue siendo un acto de responsabilidad social. El periodista que cumple con esta labor no solo informa; también protege la memoria colectiva y da voz a quienes no siempre son escuchados.
Felipe VI cerró su discurso recordando que el periodismo auténtico es un acto de cuidado: cuidado de la verdad, de las historias humanas y del entendimiento entre las personas. Es un oficio que exige paciencia, ética y sensibilidad. Y aunque los ‘likes’ y la popularidad puedan atraer la atención momentánea, el verdadero valor del periodismo reside en ir más allá. En contar lo que realmente importa, con honestidad y compromiso.