El centro de pensamiento Alimentta, especializado en la transición alimentaria, ha presentado un decálogo que promueve una dieta mediterránea basada en productos frescos de origen vegetal, locales y de temporada. Según el informe, priorizar estos alimentos contribuye no solo a la salud humana, sino también al respeto por el medio ambiente, al reducir la huella ecológica y fortalecer las economías locales mediante la compra en tiendas de barrio y mercados tradicionales.
El documento, titulado Hacia la transformación del sistema alimentario en España: situación actual, impactos y escenarios de futuro, analiza los aspectos económicos, sociales y ambientales del modelo alimentario español. Alimentta plantea que la verdadera transformación debe orientarse hacia un sistema que garantice el bienestar de las personas, la resiliencia de los territorios y la sostenibilidad del planeta, impulsando decisiones más conscientes de producción y consumo.
Entre las conclusiones más relevantes, el informe destaca que una dieta saludable no depende únicamente del valor nutricional de los alimentos, sino también de su forma de producción, procesamiento y distribución. En este sentido, defiende que la agricultura local y ecológica es esencial para proteger la salud de las personas y los ecosistemas, ya que reduce el uso de productos químicos y promueve prácticas agrícolas sostenibles.
El decálogo también subraya la necesidad de aumentar el consumo de alimentos vegetales como legumbres, hortalizas, cereales integrales y frutos secos. Estos productos, además de ser ricos en nutrientes, tienen un menor impacto ambiental que los de origen animal y pueden aportar proteínas de calidad. Alimentta sostiene que potenciar su cultivo contribuye a mejorar la fertilidad del suelo y a fortalecer la soberanía alimentaria.
Por último, el informe recomienda reducir el consumo de carne a un máximo de tres veces por semana. Advierte de que su exceso puede estar asociado a enfermedades cardiovasculares y que la ganadería intensiva genera una gran presión ambiental. Como alternativa, sugiere apostar por la ganadería extensiva o de pastoreo, especialmente la de ovino, caprino y conejo, por su menor impacto ecológico, su contribución a la biodiversidad y el mejor trato hacia los animales.