Desde hace casi un año, la vivienda se ha consolidado como el principal problema en España según el barómetro del CIS. La dificultad para acceder a una casa afecta a todo el país, aunque de forma desigual. En las grandes ciudades y zonas turísticas, el precio medio de la vivienda supera los siete años de ingresos de un hogar promedio, mientras que en ciudades medianas o del interior el esfuerzo económico se reduce a menos de la mitad. Sin embargo, estas últimas suelen presentar mayores tasas de desempleo, lo que limita las oportunidades para fijar población.
Los municipios más caros de España se concentran en las Islas Baleares. Sant Josep de sa Talaia (Ibiza) y Calvià (Mallorca) lideran el ranking con precios medios de 969.434 y 862.953 euros respectivamente, según los Indicadores Urbanos del INE. En contraste, localidades como Mieres (Asturias) y Puertollano (Ciudad Real) presentan precios medios inferiores a 60.000 euros. Esta diferencia evidencia la brecha entre los destinos turísticos de alto nivel y las zonas del interior con menor dinamismo económico.
En los municipios más caros, el esfuerzo necesario para comprar una vivienda alcanza niveles desorbitados. En Sant Josep de sa Talaia y Calvià, el precio equivale a más de 19 años de renta familiar, mientras que en el conjunto de España el promedio se sitúa en 5,5 años. Localidades como Santa Eulària des Riu (Ibiza) también reflejan esta tendencia, donde adquirir una vivienda implica destinar más de 16 años de ingresos. Esta desproporción se repite en otros enclaves turísticos como Jávea, Conil o Altea, donde el esfuerzo supera los 11 años de renta.
El auge de las segundas residencias, los pisos turísticos y la compra de inmuebles por parte de extranjeros intensifica aún más la presión sobre el mercado. En provincias como Alicante y Málaga, los compradores foráneos representan el 43,3% y el 31,8% de las operaciones, frente al 13,6% del conjunto nacional. Este fenómeno eleva los precios locales y dificulta el acceso a la vivienda para los residentes, especialmente en zonas donde la economía depende del turismo estacional.
Por el contrario, las regiones con viviendas más asequibles enfrentan el problema opuesto: el desempleo. Ciudades como Andújar, Puertollano o Talavera de la Reina superan el 20% de paro, muy por encima del 11,3% nacional. En cambio, los municipios más caros y dinámicos económicamente, como Boadilla del Monte, Sant Cugat o Pozuelo de Alarcón, mantienen tasas inferiores al 5%. Esta dualidad revela un profundo desequilibrio entre el acceso a la vivienda y las oportunidades laborales en España, que agrava la brecha territorial y social del país.