Desde 2023, el Tren de Aragua —una organización criminal venezolana considerada por Estados Unidos como grupo terrorista— había logrado establecerse en España. Así lo confirman fuentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, que la semana pasada desmanteló su primera célula activa en el país. La operación, denominada Interciti y desarrollada en cinco ciudades españolas, culminó con la detención de 13 personas, cuatro de ellas venezolanas consideradas los cabecillas de la red.

El operativo, que movilizó a un centenar de agentes, se llevó a cabo en Madrid, Barcelona, Valencia, Girona y La Coruña. Todos los líderes del grupo ya han ingresado en prisión. Aunque la Policía Nacional considera neutralizada su presencia, advierte de que el Tren de Aragua podría intentar reactivarse. “Vamos a estar muy atentos a futuros elementos de la banda que puedan aterrizar en España para utilizar nuestro país como base para expandirse por Europa”, explicó un responsable de la CGI. Según las autoridades, España resulta atractiva “por el idioma y por la facilidad cultural de integración debido a su origen venezolano”.
Los detenidos llevaban una vida aparentemente normal y residían legalmente en España. “No hacían mucha ostentación ni exhibían lujos excesivos, pero les gustaba vivir bastante bien”, señalaron fuentes policiales. El incremento de la presión policial en Sudamérica y Estados Unidos habría empujado al grupo a buscar nuevos mercados en Europa. En palabras de un mando de la CGI, “los ataques contra narcolanchas en el Caribe y el Pacífico han dificultado su actividad, forzándolos a cruzar el Atlántico”.
Las primeras señales de su presencia se detectaron en 2023, y en marzo de 2024 fue detenido en Barcelona el hermano de Niño Guerrero, líder internacional del Tren de Aragua. Posteriormente, en junio, cayó en Madrid José Luis Rodríguez, alias Mamera, un sicario de la filial peruana Los Gallegos, buscado por asesinato. Ambos arrestos confirmaron que la organización había comenzado a tejer una red en territorio español.
La célula desarticulada tenía su base principal en el barrio madrileño de El Cañaveral, donde la Policía descubrió un laboratorio de tussi, una droga sintética que mezcla cocaína, ketamina y MDMA. Otro laboratorio fue hallado en Barcelona, en las zonas del Raval y Arc de Triomf. Los agentes se incautaron un kilo de cocaína y algo más de un kilo de tussi. “No hablamos de grandes instalaciones; fabricar tussi es tan sencillo que se puede hacer con una sartén y un molinillo de café”, explicaron los investigadores, que encontraron los materiales guardados en simples bolsas de supermercado.
Según la Policía, el Tren de Aragua se encontraba “en una fase embrionaria” en España. “El peligro de estas organizaciones es que si no se atajan desde el principio, se expanden rápidamente y diversifican sus delitos: asesinatos, extorsión o tráfico de personas”, advirtió un portavoz de la CGI. Ahora, la investigación se centra en el origen de la materia prima para fabricar las drogas sintéticas, que podría proceder “de Centroeuropa o del puerto de Róterdam”. En palabras de un agente, “anticiparse era clave: si hubieran dado el siguiente paso, España podría haberse convertido en su puerta de entrada a Europa”.