La economía española, el PIB, creció un 0,6% en el tercer trimestre del año, dos décimas menos que en el trimestre anterior. Este menor ritmo se debe, sobre todo, al comportamiento del sector exterior, que restó seis décimas al crecimiento. En contraste, la demanda nacional siguió siendo el motor de la economía, aportando 1,2 puntos al avance de los meses de verano.
El Ministerio de Economía considera que este crecimiento trimestral refleja “el dinamismo de la economía española”. De hecho, es el noveno trimestre consecutivo con un crecimiento del 0,6% o superior. Entre julio y septiembre, el consumo de los hogares aumentó un 1,2%, cinco décimas más que en el trimestre anterior. Este repunte refleja la solidez del mercado laboral y el aumento del poder adquisitivo.
La inversión también mostró un impulso destacado, creciendo un 1,7%, un punto más que en el segundo trimestre. El gasto público, por su parte, avanzó un 1,1%, su mayor incremento desde el tercer trimestre de 2024. Según Economía, el crecimiento trimestral está liderado por la demanda interna, con un tirón significativo del consumo y de la inversión, pese a la incertidumbre geopolítica y comercial a nivel internacional, según Europa Press.
El crecimiento interanual del PIB se situó en el 2,8%, dos décimas menos que en el trimestre anterior. Al igual que en el trimestre, la demanda interna fue la que impulsó el avance, aportando 3,7 puntos, mientras que la demanda externa restó ocho décimas.
El sector exterior mostró signos de desaceleración. Las exportaciones cayeron un 0,6%, rompiendo con varios trimestres de crecimiento sostenido. Las importaciones, por su parte, moderaron su alza hasta el 1,1%. En términos interanuales, el consumo creció un 2,8%, dos décimas menos que en el trimestre anterior. El gasto público se desaceleró hasta el 1,3%, mientras que la inversión aceleró su avance hasta el 7,6%, 2,4 puntos más que en el trimestre anterior.
El Ministerio de Economía destaca que este crecimiento interanual confirma las recientes revisiones al alza de las previsiones para 2025. Según estas estimaciones, España volverá a liderar el crecimiento entre las principales economías avanzadas, con un avance previsto del 2,9% según el FMI, e incluso superior según otros organismos internacionales.