Hoy: 23 de noviembre de 2024
Brasil ha vivido una jornada electoral de vértigo. Casi al rozar el 70% de voto escrutado, el resultado ha dado la vuelta y ha colocado a Lula como favorito. Con el 97% de los votos escrutados, se puede afirmar que Lula da Silva ha ganado la segunda vuelta de las elecciones en Brasil, con el 50,75 de los votos, frente al 49,25 de Bolsonaro. En votos supone cerca de dos millones más de sufragios que Jair Bolsonaro.
Más de 156 millones de personas estaban llamadas a acudir a las urnas para elegir entre dos modelos de país: el representado por el actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, o uno moldeado desde la izquierda por Lula da Silva, que aspiraba a su tercera presidencia y que finalmente se ha convertido en el 39° presidente de Brasil.
Durante la jornada electoral, el Partido de los Trabajadores de Lula ha denunciado que la Policía Federal de Carreteras ha cortado varios accesos para obstaculizar el tránsito de votantes lulistas. Pero el presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes, ha asegurado en una comparecencia pública que esos cortes no han impedido que la ciudadanía acudiese a las urnas y ha descartado ampliar el horario de votación.
La Policía Federal de Tráfico de Brasil (PRF, por sus siglas en portugués) ha realizado al menos 560 intervenciones de fiscalización de vehículos que realizaban transporte público para electores este domingo, en zonas consideradas favorables al candidato de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva. La PRF habría así incumplido una orden expresa del Tribunal Superior Electoral (TSE), según los datos de control interno de la propia PRF citados por el periódico ‘Folha de Sao Paulo‘.
El presidente del TSE, Alexandre de Moraes, prohibió el sábado expresamente que la PRF realizara cualquier operación relacionada con el transporte público de electores para no entorpecer la votación.
Según el periódico brasileño, mientras se realizaban estas operaciones, desarrolladas principalmente en el noreste del país y denunciadas por los propios electores en redes sociales, Moraes ha instado al director de la PRF, Silvinei Vásquez, a interrumpir de inmediato las labores de fiscalización bajo la amenaza de multa de 100.000 reales por hora (unos 18.900 euros), suspensión de funciones y arresto. El propio Vásquez publicó en la noche del sábado en Instagram un post en apoyo a Bolsonaro que borró posteriormente. “Vote 22. Bolsonaro presidente”, rezaba el texto.
También se ha hecho eco de la noticia Globo TV. Segun la televisión brasilera, hasta 272 de las primeras 549 operaciones de fiscalización de vehículos (49,5%), corresponden al noreste del país, considerado un bastión de Lula. 59 fueron en el norte (10,7%), 48 en el sureste (8,4%) y 48 en el sur (8,74%).
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Anderson Torres, ha manifestado al Supremo Tribunal Federal su “perplejidad” por las informaciones sobre la actuación de la PRF para “utilizar la máquina estatal y causar perjuicios al proceso electoral”.
También la coalición Brasil de la Esperanza que representa a Lula ha respondido a la polémica y ha pedido la detención de Vásquez y de los superintendentes regionales que no estén cumpliendo con la orden del Tribunal Superior Electoral.
Por su parte, la presidenta del Partido de los Trabajadores de Lula, Gleisi Hoffmann, ha instado a los cargos políticos del PT a presentarse en sede oficial para pedir orden de prisión contra quienes incumplan el mandato judicial.
Por su parte, los observadores electorales nacionales e internacionales han manifestado “gran preocupación” por las denuncias sobre la intervención de la PRF, según fuentes bajo condición de anonimato citadas por ‘Folha’.
El Centro Carter, la Organización de Estados Americanos y Transparencia Electoral Brasil participan en este proceso con misiones de observación electoral, pero por la propia naturaleza de la misión no pueden pronunciarse hasta el cierre de urnas, dijeron.
Un responsable del Centro Carter ha advertido de que son “prácticas que suponen un cambio en las reglas y operaciones en medio de un proceso de votación”, y por tanto “están totalmente fuera de los estándares internacionales de transparencia electoral”, ha indicado, citado por ‘Folha’.
La coordinadora general de Transparencia Electoral Brasil ha manifestado por su parte su preocupación por las informaciones difundidas y ha indicado que está revisando cuidadosamente lo ocurrido.