¿Solo abortar sin más?

18 de octubre de 2025
2 minutos de lectura

Hoy parece ser que se reflexiona poco sobre muchas cuestiones, pero esta es demasiado sangrante, y nunca mejor dicho

Existen connotaciones morales muy adversas a esa acción que produce dolor y desamor a quien se siente arrastrada a cometer ese acto, según sus valores morales, prioridades, circunstancia personales y su conciencia. Supongo una terrible lucha interior.

Quienes hasta ahora lo aprueban no sienten la más mínima piedad por los no nacidos, cuyos corazones ya laten dentro del vientre de esas mujeres, y deberían verse personalmente en esa tesitura de… ¿lo hago o no lo hago?

Ese latido fetal se escucha con un sonido más firme y definitorio, y suele ser emocionante para unas o patético para otras. Lo cierto es que no deja a nadie indiferente en el momento en que saben que dentro de ellas está germinando el comienzo de una vida para unas o un cigoto para otras.

Comienza a latir en la sexta semana y lo suelen detectar con un ecógrafo o un doppler a partir de la octava o décima semana.

Ya no es cuestión ni de religión ni de asesoramiento de unos u otros, es algo maravilloso que, cuando ocurre en una pareja que buscaba convertirse en padres, es un regalo, y la portadora de ese magnífico regalo de crear vida la convierte en protectora de ese ser, que poco a poco se va formando dentro de ella.

A la cuarta semana ya está implantado en el útero, y es como una pequeña semilla que empieza a germinar dentro de ti.

Cigoto significa la unión del gameto masculino con el femenino en la reproducción sexual de los animales y de las plantas.

En los seres humanos, es la primera célula del nuevo ser tras la fecundación que resulta de la unión del óvulo (gameto femenino) y el espermatozoide (gameto masculino) y que al unirse forma un cigoto. Luego será un embrión, después un feto, luego un neonato, y si nace, un recién nacido.

Abortar es la decisión más dura que una mujer tiene que ejercer sobre esa parte que sabe dentro de ella y que en ese momento no quiere que germine.

Seguro que para una decisión así ha tenido que pasar por una reflexión muy profunda, creas o no creas… Es demasiado determinante para tu vida después.

Digo, esa parte, y no ser, por una razón tangible, que muchas mujeres saben que han concebido a las pocas horas de esa unión, y se siente, dicho por muchas madres que lo han vivido.

La concepción no es baladí, pero si la deseas fervientemente es un regalo maravilloso saber que estás creando dentro de ti una nueva vida.

No es ninguna alegría llegar al aborto, es sufrimiento, pesar y desafío al destino de un ser que no le has dado oportunidad de ser, siempre te perseguirá, si es natural, espontáneo o provocado. Lo saben bien muchas mujeres que lo han sufrido.

Saben que se han quitado «algo» que por sus circunstancias no querían en su vida en ese momento, es demasiado duro y desgarrador hablar tan fríamente del «derecho» al aborto.

Hoy parece ser que se reflexiona poco sobre muchas cuestiones, pero esta es demasiado sangrante, y nunca mejor dicho. Con todas las prevenciones que hoy se pueden poner en práctica antes de…

Ser madres es un hermoso poder que tenemos las mujeres sobre los hombres. Cuidarlo es nuestro deber si deseamos ser creadoras de vida. Las circunstancias, creencias, asesoramientos y muchos etcéteras pertenecen a otro apartado, para unas muy triste y para otras liberador… ¿Somos libres ante un hecho semejante?

Que no nos tengamos que ver en semejantes circunstancias.

No siempre seremos jóvenes… y luego… ya será demasiado tarde.

4 Comments Responder

  1. Solo permiten abortar hasta la semana 20 aproximadamente, en ese tramo, el feto aunque ya crecido, es posible hacerlo desaparecer sin que se considere socialmente a día de hoy «un crimen» (en mi opinión es mucho peor el caso de mujeres que han tenido a sus hijos y los han tirado al contenedor, no es algo que pase mucho, pero sí ha habido casos y eso sí que es una atrocidad y un crimen, pues el niño o niña ya está en el mundo).

    En este tema siempre habrá gente que piense de una forma y gente que piense de otra, pero lo que hay que tener claro es que si ha habido un error o un descuido cuando no había intención, es la mujer quien debe decidir, puesto que es ella la que lo va a tener en su cuerpo y luego el resto de su vida (los padres pueden desaparecer para siempre y no querer responsabilidad ninguna, la cual, es incluso peor porque a estos hombres no se les señala ni se les critica por ello, viven sus vidas y no hay consecuencias sociales para ellos).

    En estos tiempos por suerte, tenemos esa libertad de decidir lo que cada uno quiere o le conviene en su vida, ya que, muchas veces se tiene a los niños sin saber las consecuencias, sin estar mentalmente «educados» y debido a eso, ese niño o niña recibe una educación mediocre o pésima, con lo cual, a la larga, no ayuda a la sociedad.

    Por otro lado, es muy injusto que aquellas personas que quieren tener y no pueden, no obtengan la asistencia médica necesaria por falta de medios. Por eso pienso que cada uno tiene que ser consciente de su realidad y ser libre para poder decidir.

  2. Como cristiana, creo profundamente que toda vida humana tiene un valor sagrado e irrepetible desde el mismo instante de la concepción. No se trata solo de una creencia, sino de una verdad que nace del amor de Dios: cada ser humano es querido, pensado y creado con un propósito. Por eso no podemos mirar el aborto como una opción más o como una solución rápida ante un problema. Detrás de cada vida que comienza hay una historia, un alma, un futuro que merece existir.

    Soy consciente de que muchas mujeres viven momentos muy difíciles, con miedo, soledad o presión. Pero precisamente por eso necesitamos una sociedad más compasiva, que acompañe y no que descarte; que abrace, no que empuje al silencio. Defender la vida no significa juzgar a nadie, sino estar presentes, ofrecer apoyo real, recursos, escucha y esperanza.

    Creo que debemos fomentar una cultura del amor y la acogida, donde la respuesta ante el dolor no sea eliminar una vida, sino protegerla. Cada niño concebido es un regalo, y cada madre necesita sentir que no está sola. Si realmente queremos hablar de libertad, hablemos de la libertad que nace del amor, de elegir cuidar, de defender lo más vulnerable.

    Proteger la vida, desde su inicio hasta su fin natural, no es una postura ideológica: es una expresión de fe, de humanidad y de justicia. Como cristiana, seguiré creyendo que toda vida, por pequeña que sea, es un milagro que merece ser defendido con ternura y valentía.

  3. La vids es el mejor regalo que Dios en su infinita misericordia nos
    otorga y nuestro deber es cuidarla y protegerla.
    Cumplir con los dogmas de nuestra Fe es ser parecer y vivir como un buen cristiano.
    Cumpliendo con nuestras creencias sin temor.

  4. Por mucho que lo pienso creo que no estoy capacitada para opinar de este asunto, es demasiado serio y personal, ahora, en mis circunstancias pienso que no lo haría, aunque no soy nadie, creo, en juzgar, a quien piensa lo contrario

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